- Opinion
- 31.03.2025
OPINIÓN
"Una elección donde el PRO se juega todo", por Werner Pertot
Cerraron las listas y los Macri buscan mostrar un equipo amarillo frente a un solitario Adorni. Santoro, el más beneficiado por la dispersión del voto de derecha. Larreta y Marra, las piedras en el zapato.

Y déjenme empezar por acá: la Legislatura es lo que se pone en juego. Treinta bancas que se renuevan. La votación donde Jorge Macri casi se queda sin presupuesto para este año (con los votos en contra de los legisladores de Karina Milei y Patricia Bullrich) fue lo que provocó el desdoblamiento. El PRO tuvo épocas con una mayoría casi absoluta. Poco y nada le queda de eso, primero porque La Libertad Avanza ganó bancas que suponían aliadas y fueron más opositoras que el kirchnerismo. Segundo, porque las tres líneas del PRO (macrista, larretista y bullrichista) finalmente implosionaron en la Legislatura.
Hoy les quedan siete bancas. Perdieron a cuatro de Bullrich (Arenaza, María Luisa González Estevarena y Silvia Imás) que se pasaron al bloque de LLA, que conduce la lugarteniente de Karina Milek, Pilar Ramírez. Y perdieron otros dos (Emmanuel Ferrario y Claudio Romero) a manos de la salida de Larreta.
Pero lo que realmente complica a Jorge Macri es que el marco de aliados que tiene hasta ahora (lilitos, radicales, a veces Marra) puede verse totalmente reconfigurado en esta elección en función de las bancas que se ponen en juego. Por ejemplo, la Coalición Cívica arriesga dos de sus tres bancas. Elisa Carrió, pese a no ir como aliada en las elecciones, es una garantía para la gobernabilidad del PRO. Los radicales tienen ocho legisladores y renuevan solo tres. Ahí también los acuerdos con Daniel “Tano” Angelici garantizaban llegar con los votos. Si el nuevo mapa de la legislatura suma más de Karina Milei y más del kirchnerismo, no hace falta decir que el panorama legislativo se le vuelve adverso a Jorge Macri.
Karina Milei lo envió a Adorni a intentar enterrar al PRO en su bastión, pero no le puso mucho candidato conocido debajo. Dependen cien por ciento del carisma del vocero presidencial. Del otro lado, el PRO convocó a la épica del “equipo”: en lugar de una figura excluyente, como hubiera sido María Eugenia Vidal, es un grupo de dirigentes conocidos: Silvia Lospennato, Hernán Lombardi, Laura Alonso, Darío Nieto y Waldo Wolff.
Lo más complicado para esa lista es la candidatura de Larreta, que sumó una sorpresa en el cierre al darle el quinto lugar al ex jefe de Gobierno Jorge Telerman. Su marco de alianzas es mucho más escaso que en épocas pasadas: solo Graciela Ocaña. No acordó ni con los lilitos (que llevan a Paula Oliveto) ni con los radicales (que presentan a Lucille “Lula” Levy).
De la misma forma, los libertarianos tienen un drenaje de votos a manos de Ramiro Marra, algo que no hubiera ocurrido si Karina Milei no lo hubiera echado. Pero hay más: Oscar Zago, ex jefe de bloque de Diputados, intentó cerrar con el PRO, pero se enojó por los lugares que le ofrecían en la lista y finalmente presentó su propia lista, con el ex director técnico y futbolista Ricardo Caruso Lombardi a la cabeza. Y Yamil Santoro presentó "Unión Porteña Libertaria", una lista cuyo el logo es igual al de Unión por la Patria. Para colmo, Santoro se puso tercero en la lista y primero puso a su hermano Leandro Santoro, homónimo del candidato del peronismo, que vive en Alemania hace ocho años y no tiene previsto venir a la Argentina. Ni Hayden Davis se animó a tanto.
The Real Santoro lleva una lista que combina territorio, universidad y sindicatos: segunda va la vicedecana de Medicina de la UBA Claudia Viviana Negri; luego dirigente universitario peronista Federico Mochi; además, la militante social Mariana Gonzalez (cuarta) y a Alejandro “Pitu” Salvatierra (sexto) y secretaria general adjunta del Suterh, Noemí Geminiani.
A Santoro le compite por afuera Juan Manuel Abal Medina, por el Movimiento Evita, y Guillermo Moreno, que patrocina a Alejandro Kim. Y la izquierda lleva sus clásicas opciones: Vanina Biasi por el FIT y Manuela Castañeira por Nuevo Más.
Será una elección clave para el calendario nacional de este año y donde se puede forjar una candidatura competitiva de Santoro en la Ciudad. Todo está por verse.
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