OPINIÓN

"Con una agenda copiada a LLA", por Werner Pertot

El llamado a extraordinarias de Jorge Macri sigue punto por punto la agenda marcada por el partido de Milei. Del intento de pelearles el electorado a la dificultad para definir un discurso propio.

Werner Pertot
El PRO está enfrentando un momento inédito: tiene que competir este año con una fuerza de ultraderecha que lo ataca por flancos completamente distintos a los que estaba acostumbrado. Ya no es la lucha contra el progresismo, sino contra un partido que dice que vino a hacer todo lo que hacía el PRO, pero de forma más salvaje. Jorge Macri tomó nota y viene intentando recaptura la agenda. Su llamado a extraordinarias tuvo todo el color violeta: eliminación de las PASO, baja de impuestos y adhesión al RIGI y al blanqueo. El problema es que el PRO no termina de robarles la bandera, sino que incorpora la agenda de La Libertad Avanza sin poder construir una propia.

La convocatoria a extraordinarias tuvo tres cuestiones:

-Suspender las PASO. Allí el proyecto de Jorge Macri advirtió que las PASO “a través de los años, muestra que su principal incidencia ha tenido lugar en las elecciones en las cuales se dirimen cargos ejecutivos”, por lo que propone suspenderla para estas elecciones legislativas, pero dejarlas vigentes para 2027. Los libertarios, con su jefa de bloque Pilar Ramirez a la cabeza, lo tratan de tibio y van por la eliminación.

-El jefe de Gobierno sostiene que con la suspensión se ahorrarán 20 mil millones de pesos. De todas formas, para llegar a los 40 votos (dos tercios) necesita que al menos un legislador de Unión por la Patria le vote la suspensión. Por eso, viene avanzando en negociaciones con el histórico dirigente peronista Juan Manuel Olmos.

-También envió una serie de rebajas impositivas que ya había anunciado, junto con el achique del Estado porteño. Es decir, dos cuestiones que claramente buscan disputarle la agenda a LLA en unas elecciones porteñas donde temen perder votos y bancas porteñas a manos de ellos.

-A eso se suma la adhesión al RIGI y al blanqueo nacional.

El problema que tiene el PRO con esto es que sufrió, por ejemplo, el kirchnerismo cuando intentó hace años pelearle a Sergio Massa con un candidato similar (Martín Insaurralde). Lo que quedó demostrado es que la gente entre la copia y el original, se queda con el original.

Por lo tanto, el principal desafío del PRO en estas elecciones desdobladas es encontrar un discurso propio que ponga en problemas a LLA para poder rebatirlo. Lo vienen intentando con el tema de la autonomía porteña, donde ponen a los legisladores libertarios a tener que decir por qué votan en cuestiones a favor del Gobierno nacional y en contra de la Ciudad. Pero ese eje de campaña no parece estar teniendo suficiente fuerza, porque lo vienen discontinuando.

Se suele decir que el que instala la agenda, ya tiene ganada una parte de la contienda. Si la agenda de las elecciones de este año va a terminar siendo exclusivamente la de LLA, ya sabemos quién corre con ventaja.

Jorge Macri necesita conservar las bancas actuales, para lo que el PRO debería llegar a un 35 por ciento de los votos. En otras épocas, no era difícil para el PRO llegar a este número. Ahora, con un competidor por su propio electorado, se verá. Lo que realmente teme el jefe de Gobierno es que se agrande el bloque de LLA, que ya le mostró los dientes a fines del año pasado cuando intentó dejarlo sin Presupuesto 2025.

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