CULTURA

La Cura de la Locura: “El Tejón nos dio mucha identidad barrial, eso nos hizo sentir a este barrio como propio”

Nos encontramos en La Paternal con Walter, Coqui, Martín y Pipi quienes nos contaron sobre La Cura de la Locura, la murga de estilo uruguayo que integran.

Dafne Strobino
 
La murga La Cura de la Locura se formó justo un mes antes del comienzo de la pandemia, hace 4 años. En 2023 lograron constituirse formalmente como un grupo de quince integrantes. Nos reunimos en la casa de Walter donde también estuvieron Coqui, Martín y Pipi, nos contaron su historia y proyectos. 
 
¿Cómo y cuándo se conformaron como murga?
 
Walter: Venimos ensayando en El Tejón, pero ahora nos quedó un poco chico así que estamos buscando un espacio más grande. Este es un grupo persistente. Algunos nos conocimos en el Taller de Arte Popular (TAP), un lugar especializado en talleres de murga y de ahí surgió la iniciativa en un grupo con el que iba a ser nuestro director, Augusto Nenezian, que ahora es el director de la murga Entre Tanta Pavada, que es bastante conocida, él promovió formar un grupo nuevo. Esto fue en febrero del 2020, justo antes de la pandemia, nos reunimos tres veces y llegaron las restricciones. Intentamos hacer murga por zoom, pero no funcionó, fue un fracaso, no hubo forma.
 
En agosto de 2021, cuando se levantaron las restricciones, empezamos a juntarnos de nuevo, de los cuales hoy somos cuatro, y empezamos a trabajar en la casa de Ricardo que ya no está más en el grupo. Después nos reuníamos acá en mi casa, y hacia fines del 2022 dimos el salto a El Tejón. En mayo de 2022 se incorporó el que es nuestro director actualmente, Emilio Castro Rojas, que formó parte de murgas uruguayas, él es uruguayo.
 
Coqui: Emilio estuvo en La Gran Muñeca, La Buchaca, No Agites la Ruda que era una murga joven y La Cofradía. Es una persona que estuvo en el Carnaval en Uruguay varias veces y conoce muy bien el género. Además es músico.
 
Walter: Emilio nos permitió dar un salto importante en lo profesional. Cuando llegó Emilio éramos 5 o 6 y necesitábamos que se sumaran integrantes.
 
¿Ustedes son uruguayos?
 
Coqui: Yo soy hijo de uruguayos, Walter también. La semana que viene nos vamos para allá. Nos vamos en representación de la murga, vamos a nutrirnos también, es educativo, es un viaje de capacitación.
 
Walter: Nos vamos unos cuantos de la murga. Es un intercambio cultural.  
 
¿Cuantos integrantes son en este momento?
 
Martín: Somos trece en el coro, dos en la batería y el director, nos estaría faltando un platillero. Pero ya estamos consolidados. Somos tres cuerdas.
 
Coqui: Las cuerdas son las voces.
 
Walter: Por suerte ingresó en el último tiempo mucha gente valiosa en diferentes aspectos, todos contribuyeron y eso nos hizo crecer.
 
¿Dónde se presentaron?
 
Walter: Tímidamente empezamos a hacer presentaciones, básicamente en La Casa del Mate que es un lugar donde Coqui está con otra murga que se llama El Canario. El año pasado pudimos cerrar el año en el teatro Pompapetriyasos en Parque Patricios, fue nuestra primera presentación más profesional, con un espectáculo completo, compartimos con otras murgas que hicieron su show.
 
Pipi: El espectáculo se llamaba “Murga en Pedacitos”.
 
Coqui: La idea era esa: que cada murga presentara lo que tuviera, cada murga tenía un espacio de media hora de show con escenario, micrófonos, luces.
 
Martín: Fue la primera vez que hicimos el espectáculo casi completo con maquillaje y trajes.   
 
Coqui: A mediados del año pasado estuvimos en el ECUNHI (Espacio Cultural Nuestros Hijos) en la ex ESMA, en el encuentro nacional de murgas donde participan murgas de todo el país y de Uruguay, también se realizan cursos, charlas y talleres. Y en el cierre de cada jornada actúa alguna de las murgas uruguayas, murgas con trayectoria y espectáculos consolidados, en esta edición se implementó, por primera vez, el micrófono abierto, que era convocar a las murgas, que tuvieran un espacio de diez minutos para dar un pantallazo de su show. Y tuvimos la suerte de abrir el escenario uno de los días.
 
Martín: Nos presentamos delante de mucho público, que es toda gente a la que le gusta, consume y hasta crea murga uruguaya. Fue una gran posibilidad para nosotros.
 
Coqui: También estuvimos en el Murgapalooza, que es un festival que organiza la comunidad de la escuela Mariano Acosta, para recaudar fondos para unos viajes solidarios que hacen a San Juan.
 
Walter: En 2023 hicimos varias presentaciones! Así fue como el grupo fue creciendo.
 
¿Todos los integrantes son del barrio?
 
Walter: La realidad es que se dio la cuestión del barrio porque tanto Ricardo como yo vivimos en La Paternal y éramos los que poníamos las casas. El Tejón nos dio también mucha identidad barrial, eso nos hizo sentir a este barrio como propio. Ahora estamos buscando por acá un lugar más grande porque incorporamos batería, que para una murga es muy importante. Tenemos la ambición de ser una murga de 15 integrantes, más tres de batería, más el director. Eso es un salto de profesionalización importante.
 
Coqui: La murga tiene mucho de pertenencia a un lugar, a un barrio. Nosotros cuando nos presentamos decimos que somos de La Paternal, de la tierra del Diego, hacemos alusión a eso. Tener un lugar donde juntarnos, donde poder dejar nuestros instrumentos, la ropa, de poder quedarnos después de los ensayos, comer, tomar algo, eso también es parte de la murga, es también una pata más. Tiene todo que ver.
 
Las murgas en Montevideo se juntan en el club donde ensayan, se maquillan, se cambian, van en el bondi a donde van actuar y después vuelven al club, hacen un asado, toman y siguen cantando.
 
Martín: En nuestro caso, una regla no escrita, que la cumplimos casi todos, es que cuando termina el ensayo preguntamos “¿Dónde nos juntamos?”. Lo cotidiano es que cuando terminamos de ensayar o nos quedamos en la casa donde estuvimos ensayando o nos vamos a otro a algún lugar a comer, a seguir cantando. Es como un tercer tiempo y es casi una cita obligada de los sábados pos ensayo.
 
Coqui: Inclusive surgen cosas en esos momentos.
 
Pipi: O son momentos para charlar cosas importantes, como por ejemplo maneras de financiamiento.
 
¿Cómo se organizan?
 
Martín: En la murga hay más comisiones que integrantes (risas). Algunas se mezclan como por ejemplo el que hace las letras, con el que hace arreglos y el que hace la puesta en escena. Todos tienen que ver con todos, pero los que nos encargamos de la plata, ese es el momento, en el pos ensayo, estamos todos juntos. O se plantean ideas.
 
El año pasado decidimos sobre el tipo de formación va a tener la murga, votamos y ganó la horizontalidad. En algunos casos decida la totalidad del grupo, por ejemplo para la incorporación de un nuevo integrante, y en otro es lo que decide mayoría.
 
¿Qué diferencia hay entre una murga porteña y una uruguaya?
 
Walter: La concepción de la puesta en escena en una murga estilo uruguayo es muy distinta a la murga rioplatense, tal vez acá no estamos habituados. El carnaval lo solemos ver en un desfile de una comparsa, con los trajes, a veces hay un pequeño escenario, el baile y el desfile suelen ser muy vistosos, con mucha fuerza y polenta.
 
Coqui: La murga estilo uruguayo tiene mucho de crítica, hay que opinar, hay que bajar línea, hay que burlarse, hay que reírse porque no todo es humor político, no somos Tato Bores. Hay momentos más reflexivos.
 
Martín: Se puede criticar al político como al que tira un papelito en la calle, no es todo el peronista y el radical, y vamos a darle palo a esto, es criticar en general.
 
Walter: De hecho tenemos una canción del estafador que es una crítica muy fuerte a algo que nos está pasando en nuestra sociedad, que te estafan por lo que sea en las estafas virtuales. Ahí no hay nada de político, pero tenés algo de la realidad que te invade en la cotidianeidad y nos reímos de eso.
 
Martín: Después también hay reflexiones, en algunos casos fuertes porque hay temas que son sensibles y no se nos escapan, tampoco vamos al golpe bajo todo el tiempo, ni mucho menos, pero algo hay.
 
¿Cómo es el espectáculo de La Cura de la Locura?
 
Coqui: Un espectáculo de murga tiene entre 40 y 45 minutos, en ese tiempo hay una presentación, generalmente es una canción festiva, alegre, donde dice “Volvimos”, “Estamos contentos” y demás; hay un salpicón o popurrí con una estructura muy simple de versos octosílabos donde la murga critica los hechos del año, hoy con las redes sociales queda todo viejo al instante.
 
Walter: Nos pasó que tuvimos que cambiar la letra entre mediados de noviembre y mediados de diciembre.  
 
Coqui: Estábamos por estrenar entre la elección y el ballotage y después vino la asunción, entonces ya no podíamos tirarle palos a Alberto y de Massa nadie se acordaba. Tuvimos que volver a escribir, después hubo que ensayarlo y no nos daban los tiempos. En un momento hicimos un corte para hacer la presentación de fin de año. Las otras murgas nos elogiaron por la actualidad de las letras.
 
Después viene la parte central del espectáculo que son los cuplés, que son mini historias, actuaciones intercaladas con canciones. El espectáculo que vamos a presentar en junio en Pompapetriyasos se llama “Excesos”, la línea argumental del show son los excesos, en el que está el cuplé del estafador, que habla del exceso de confianza, el exceso de utilización de dispositivos electrónicos; hay otro cuplé que es el de los excesos de los octógonos en los alimentos, apuntan a una reflexión sobre la alimentación, no es solamente reírse. Después hay una canción final que ahí bajan un poco los decibeles, que es un recitado previo a la retirada, generalmente es una canción un poco más solemne que la de la presentación, con mejores arreglos, con muchos matices en el canto. El motivo principal es decir: “Nos vamos” y la alegría de haber pasado el carnaval y la esperanza de volver al año siguiente.    
 
Walter: A partir de la presentación de este espectáculo, se empieza a pensar en la gestión de un nuevo espectáculo. Se va acopiando el material, se le da forma, ensayando otra vez y así repetimos el ciclo. Para nosotros es la primera vuelta de rueda y estamos con la felicidad de ese momento.
 
¿Se necesita tener algún conocimiento para integrar la murga?
 
Coqui: Lo principal es saber cantar o por lo menos ponerle ganas. Algunos se llevan más con la parte actoral, otros con la parte de escénica, cada uno se acomoda en el lugar que se siente cómodo. Como pasa en las comisiones, hay gente que se siente más cómoda escribiendo, hay gente que son músicos como la Pipi, Juan y Javi que están en la parte de arreglos. Hay otros que están siempre en lo que es la búsqueda de financiamiento. Porque nosotros somos una murga horizontal en la que cada integrante aporta una cuota mensual, somos como una cooperativa.
 
Martín: Pagamos salas de ensayo, los trajes, traslados, todo lo que hace falta pagar para nuestro funcionamiento.
 
Coqui: Cada persona encuentra su lugar en la murga. Hay muchas cosas para hacer. Lo principal es cantar, pero también decir. 
 
¿Tienen otros proyectos?
 
Martín: Estamos ensayando en estos momentos una canción de protesta, sobre los acontecimientos del 10 de diciembre hasta la actualidad, la idea es que para la segunda mitad de febrero presentarnos en alguna plaza. Salir por el barrio a distintas plazas. La idea es cantar, decir lo que pensamos, que seguramente coincida con algunos y con otros posiblemente, no, y hacernos conocer.
 
Coqui: Generalmente la murga utiliza melodías conocidas, que es una forma de llegar más rápido al público, porque si conocés la música y le cambias la letra el mensaje llega más rápido, es más pegadizo. Como por ejemplo la canción de Marolio que la conocemos todos. Pero esta nueva canción, la letra y música es original nuestra, creada por la comisión de arreglos.
 
Un poco es eso, tener este espacio en esta situación, en esta actualidad, de poder decir, de poder plantarse delante de varias personas, decir lo que nosotros opinamos, eso es algo fantástico.
 
También nos sirve presentarnos ante el público, porque hay que ver si al público le gusta, si se ríe, el primer filtro es la gente. Es un poco sondear entre un público ajeno a la murga.
 
Walter: Un recurso bien murguero es salir a la calle, ponerte en contacto con la gente, decir tu verdad, tu punto de vista de las cosas y compartirlo. Hemos tenido experiencias en la esquina (Gavilán y Biarritz) que han sido muy positivas, gente que se detiene a escuchar, gente que aplaude espontáneamente y lo hacemos para ensayar, para ver cómo sale. Y así se nos ocurrió hacerlo en plazas.
 
Martín: Otro proyecto para este año es tratar de mantener a la murga con aportes externos.
 
Coqui: Nosotros hemos hecho rifas por alguna cuestión puntual, pero eso podemos hacerlo dos veces al año. Estamos buscando otros métodos.
 
Walter: Es parte del crecimiento también porque obliga a institucionalizar algunas cuestiones o formalizar para presentarnos, como por ejemplo tener un book de fotos para mostrar en una entrevista, son todos pasos que venimos dando en este sentido.
 
Contacto:
Instagram: @lacuradelalocura
 
 


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