"El microcentro no se reconvertirá", por Werner Pertot

Jorge Macri ya había cuestionado las bicisendas e incluso planteó que iba a desarmar algunas de ellas. Fue una señal de que las vacas sagradas de los 16 años anteriores de gestión PRO se podían llegar a tocar. Ahora, el jefe de Gobierno volvió a avanzar en un proyecto que había anunciado su antecesor, Horacio Rodríguez Larreta: dijo que se pone en pausa el plan de reconversión del microcentro, que fue lanzado luego de la cuarentena para cambiarle la cara y la función al barrio luego de la llegada del homeoffice. El argumento es que sale demasiada plata. Como ejemplo, sostuvieron que ese plan le implica al Estado el equivalente "a la construcción de viviendas para casi 16.000 familias de clase media en el sur de la Capital". El colega Federico Poore se preguntó si iban a anunciar ese plan de vivienda en lo inmediato. Va a tener que esperar senado. Ese dinero se lo tragó la motosierra.

Larreta lanzó el plan de reconversión porteño luego de que el microcentro dejara, en 2020 y años sucesivos, de ser un barrio de oficinas y de trabajo. Con los cambios que impuso la pandemia, el proyecto era convertirlo en un barrio residencial. Para eso, hizo una convocatoria a proyectos privados que iban a recibir beneficios impositivos. La ley que permitió esto fue aprobada en 2021 por la mayoría que reunión el PRO (solo se opusieron el FIT y el Frente de Todos). Ahora es otro sector del PRO, con Jorge Macri, que borra con el codo lo que escribió con la mano.

Lo que anunciaron es que los beneficios que concedía la ley son “excesivos” y que hay que revisarlos (esto lo hacen mientras a nivel nacional aprueban el RIGI, cuyos beneficios impositivos son todavía mayores, por suerte nadie les pregunta por estas cosas). El anuncio de la suspensión del proyecto estuvo a cargo de Marido de Pampita, que conduce el Ministerio de Desarrollo Económico. Y reza así: "Se resolvió realizar una revaluación integral a fin de mejorar el régimen de Reconversión del Microcentro, que otorgaba beneficios impositivos a los proyectos que se aprobaran en esa zona de la Ciudad".

Por ahora, se frenan todos los proyectos. De todas formas, no se habían presentado tantos. Hasta la fecha, eran unos 22 proyectos y menos de la mitad estaban pre-aprobados. Se concentraban en los rubros de “vivienda” (17), “gastronomía” (15) y “comercios” (7).

El problema eran los beneficios impositivos que les concedía el PRO larretista y que ahora cuestiona el PRO motosierra: desde el ministerio de Marido de Pampita calcularon que los beneficios (que van del 50% al 70% del monto invertido en concepto de crédito del pago del impuesto sobre los Ingresos Brutos) iban a tener "un costo fiscal de unos 215 mil millones de pesos", mientras que los privados pondrían alrededor de 152 millones de pesos. Es decir que el Estado ponía más de la mitad da inversión. En el comunicado, hay una crítica nada disimulada a lo que fue la gestión de Larreta.

Es curioso: así la gestión de Jorge Macri termina por hacer suyos los argumentos de los izquierdistas y kirchneristas que se plasmaron en la sesión del 9 de diciembre de 2021, en la qu ese trató la ley. Allí dijeron, grosso modo, que la normativa era demasiado generosa por los privados y solamente iba a fomentar la especulación inmobiliaria y el uso financiero de las propiedades.

Un informe del Observatorio Universitario de Buenos Aires (OUBA) de la UBA advertía ya el año pasado que los beneficios impositivos previstos en la ley "terminan favoreciendo a la especulación inmobiliaria o a servicios como Airbnb". "Por cómo está planteado, se incentiva la remodelación de edificios enteros, entonces un gran inversor compra un edificio en bloque y lo transforma en una oferta de lujo muy asociada al turismo, incluso empieza a haber edificios enteros de Airbnb. Eso no favorece a la vida urbana, expulsa y dolariza el mercado", argumentaba el informe. Ahora se suma a las críticas Jorge Macri, a través de su ministro.

En la argumentación del actual Gobierno porteño también hay un palo para Javier Milei, que sigue sin transferir los fondos de la coparticipación porteña como ya ordenó la Corte Suprema: “La caída de la actividad económica y su impacto en la recaudación, la falta de cumplimiento del fallo de la Corte Suprema de Justicia por los fondos de coparticipación quitados a la Ciudad por el gobierno de Alberto Fernández y el no acceso al financiamiento externo obligan a priorizar y replantear el destino de los fondos”.