EMERGENCIA SANITARIA

Un estudio del Conicet demostró que cortar la presencialidad escolar reduce los contagios

Los resultados mostraron que cuando se dispuso la virtualidad en el Conurbano se dio una disminución más rápida y marcada de la cantidad de positivos confirmados, en comparación con CABA.

Foto: Ademys


La cuestión de la presencialidad escolar sigue en el centro de la polémica mientras la segunda ola de coronavirus no da tregua. Mientras los detractores de la interrupción de las clases presenciales reclaman evidencia de su incidencia en la pandemia, un estudio del Conicet demostró que la interrupción de la presencialidad escolar contribuye significativamente a disminuir contagios.

Fue realizado junto a la Universidad de Buenos Aires y cientistas de otras casas académicas, según consignó Página 12. En conjunto analizaron la situación epidemiológica de Caba y de la Provincia de Buenos Aires. Los resultados mostraron que cuando se dispuso la virtualidad en el Conurbano se dio una disminución más veloz y pronunciada de la cantidad de positivos confirmados, en comparación con la Ciudad de Buenos Aires y el interior de la Provincia.

"Ante un panorama ya previsible de expansión de los contagios, internaciones y fallecimientos - por razones estacionales, nuevas variantes virales, - el cierre temporario de los establecimientos educativos mostró ser una herramienta eficiente para la reducción de contagios en la Argentina", expresan en el informe más de una decena de científicos argentinos.

Los análisis abarcaron desde la implementación de las primeras restricciones. Al aplicarse la virtualidad escolar en el Conurbano, los cambios fueron notables: al 28 de abril, la cantidad de positivos de covid eran un 30 por ciento menos que los registrados el 22 de abril, fecha del inicio de las clases virtuales. En la Ciudad, en cambio, solo cayó 3 por ciento desde el inicio de la virtualidad escolar dispuesta por DNU, modalidad que el Gobierno porteño no quiso respetar.



Los coordinadores de este informe, Rodrigo Castro (Instituto de Ciencias de la Computación, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA y CONICET) y Guillermo Durán (Instituto de Cálculo, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA y CONICET) advirtieron además que "se observó asimismo una gran reducción de la cantidad de casos detectados en Conurbano en la franja etaria de 5 a 11 años que comienza el día 22/04, exactamente 3 días después de la suspensión de la presencialidad".

"Estas consideraciones por supuesto no desconocen que la educación presencial es mucho mejor, desde cualquier punto de vista, que la exclusivamente virtual, la cual presenta a su vez dificultades y a menudo reproduce y genera desigualdades, y por lo tanto no debe extenderse indefinidamente en el tiempo", concluye el informe que también lleva la firma de Jorge Aliaga (UNAHUR, CONICET), Leonardo Boechi (UBA, CONICET), Roberto Etchenique (UBA, CONICET), DanielFeierstein (UNTREF,CONICET),   Diego Garbervetsky (UBA, CONICET), Mario Lozano (UNQ, CONICET), Rodrigo Maidana (UNLP) Sol Minoldo (UNC,CONICET), Santiago Olszevicki (UBA), Mario Pecheny (UBA, CONICET), Ezequiel Pecker (UBA, CONICET), Rodrigo Quiroga (UNC, CONICET) y Soledad Retamar (UTN).

En tanto, un analista de datos expuso cómo un caso positivo en un aula dio lugar a contagios y reflejó las fallas en los protocolos de aislamiento. “Esta es la historia de una maestra de 5to de CABA que dio positivo a mediados de abril. Se aisló la burbuja, pero las flias decidieron ir un paso más: aislarse todos y testearse (pese a que el protocolo del Gobierno de la Ciudad no lo indica) Resultado: 10 alumnos y 13 fliares”, expuso el diseñador gráfico y visualizador de datos Andrés Snitcofsky en su cuenta de Twitter. Y planteó la necesidad de que el Gobierno de la Ciudad “abra los datos de contagios intra escolares y las metodolgías que usan para obtener esos números que andan tirando con tanta soltura”.


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