CIUDAD

Marcha contra el gatillo fácil: "En cuarentena la represión no ha cesado"

Por sexto año consecutivo, los familiares de víctimas de la represión institucional se movilizarán hoy contra los "92 casos fatales de violencia institucional" de este año. Además, reclamarán por la desaparición de Facundo Astudillo Castro.

Fotografía de Esteban Ruffa
La Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil saldrá a la calle por sexto año consecutivo para reclamar contra la violencia institucional. Hoy a las 14 en Plaza de Mayo, los familiares de las víctimas del aparato policial gritarán una vez más, y en medio de una pandemia, contra la violencia estatal. Este año denunciaron que hubo 92 muertes a manos de policías.

En su convocatoria explicaron que "teniendo en cuenta el riesgo sanitario que implica para nuestras familias la dinámica de marchar encolumnados, los familiares hemos decidido hacer algunas modificaciones para la 6° Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil, sin dejar de llevar adelante la enorme jornada de lucha a nivel nacional que visibiliza, repudia y denuncia la represión que ejerce históricamente el Estado contra nuestros hijos, hijas, hermanos, hermanas, padres, madres y familiares".

Los convocantes apuntaron directamente contra "los policías, prefectos, gendarmes o penitenciarios que asesinan, torturan y desaparecen a nuestras familias" y "al Estado del que forman parte esencial". "En este contexto de cuarentena claros son los ejemplos de que la represión no ha cesado, así lo demuestra el caso de Luis Espinoza en Tucumán que estuvo desaparecido una semana y luego se descubrió que había sido asesinado y desaparecido por policías, o el caso de Facundo Castro quien fue visto por última vez dentro de un patrullero y hoy lleva más de 100 días desaparecido", agregaron.

En línea con el caso del joven desaparecido durante la cuarentena, explicaron que "existe una práctica constante y sistematizada que rodea todos los casos de gatillo fácil, donde se modifica la escena del crimen, se ocultan y destruyen pruebas, amenazan a testigos y familiares, los peritajes están a cargo de sus propios pares, el poder judicial garantiza impunidad, los medios justifican el hecho instalando la versión de las fuerzas de seguridad y existe la complicidad por acción u omisión de ciertos funcionarios y políticos".

Esta represión, según caracterizan, apunta "fundamentalmente a los jóvenes de los barrios más humildes, donde suceden impunemente, además de asesinatos policiales y desapariciones, múltiples violencias; como lo hace con el consumo problemático de sustancias, donde por un lado, les niegan a los jóvenes de nuestros barrios el derecho a la asistencia y por otro lado usufructúan el manejo de la caja del narcotráfico".

En su comunicado recordaron también a "Johanna Ramallo desaparecida en 2017", a los "femicidios perpetrados por miembros de la fuerzas, travesticidios o el impulso de acciones lesbofóbicas como la que originó la prisión de Higui". También saludaron la lucha de los pueblos originarios: "La misma e histórica represión sufren hasta el día de hoy los pueblos originarios, donde el estado los persigue, asesina y criminaliza, intentando expulsarlos de sus propias tierras o negándoles el derecho a recuperar su identidad".

"Tenemos claro que el asesinato de nuestros pibes y pibas no es producto del mal funcionamiento de las instituciones, sino de la represión estatal necesaria en una sociedad dividida en clases; es por ello que no sólo peleamos por la sentencia sino también por la conciencia", epxlicaron.

"Contra ese armado y en absoluta disparidad de fuerzas y recursos es que luchamos. El Estado apuesta al desgaste, a la falta de recursos y al paso del tiempo para consagrar la impunidad, pero nuestra respuesta siempre fue la lucha y organización, para frenar la represión, estigmatización y criminalización de nuestra juventud, y para cambiar lo que haya que cambiar", conlcuyeron.

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