El gobierno de Larreta no se hizo cargo de la muerte de Ramona: “Estuvo en un sanatorio privado”

“Larreta es responsable”, fue la consigna que circuló todo el domingo, en forma de hashtag, luego de conocerse la muerte de Ramona Medina, referente de La Poderosa en la Villa 31, quien murió de coronavirus tras haberse convertido en la cara visible del reclamo por falta de agua en ese barrio en plena pandemia. Pese al reclamo directo al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, su gestión buscó desligarse del fallecimiento de la mujer. "Ella tenía una cobertura y no estuvo internada en uno de nuestros efectores. Estuvo en un sanatorio privado”, dijo sobre el caso el subsecretario de Atención Primaria, Gabriel Battistella, a cargo de los operativos en barrios vulnerables.

Ante la consulta del periodista Werner Pertot, del diario Página 12, Battistella agregó que Ramona “ingresó (al sanatorio) con un cuadro de una neumonía grave, que requirió asistencia respiratoria mecánica. Tenía factores de riesgo importantes: obesidad, asma, diabetes e hipertensión. Lamentablemente, el 99 por ciento de las personas que tienen enfermedades banales, con el covid-19 tienen evoluciones mucho más graves".

Pese a desentenderse de la responsabilidad del Ejecutivo local, el funcionario sí admitió que el hecho de que la familia de Ramona estuviera sin agua "complejiza la cuestión". Sobre la situación en las villas, dijo que "el crecimiento, lamentablemente, va a ser exponencial, como en toda la Ciudad. Vamos entrando en la punta de los casos en la pandemia".

Sobre el contacto que el Gobierno de la Ciudad mantuvo con la familia de Ramona desde que se contagió, Battistella señaló que “ella era una referente muy importante de una organización social. Estamos en continuo diálogo con ellos. Y con la familia. Y el sobrino, que quedó en la casa, forma parte del seguimiento”. Sin embargo, La Poderosa y otras organizaciones territoriales vienen criticando desde el comienzo de la pandemia al Gobierno porteño por su respuesta tardía en las villas. Entre otras cosas, por la falta de resguardo de los contactos estrechos de las personas contagiadas.