Otra muerte en el Ecoparque: falleció Gaspar, el último rinoceronte del ex zoo porteño

Las muertes de animales parecen no tener fin en el Ecoparque de la Ciudad de Buenos Aires. Primero la rinoceronta Ruth, después de una inundación, sufrió una infección que permitieron que se extendiera y terminó matándola en 2018. Luego, la jirafa Jackie tuvo una “descompensación generalizada” ese mismo año y perdió su vida. A ellos, se les sumó el deceso en los meses siguientes de un oso, un mono, peces carpas del lago Darwin, antílopes y ciervos. Esto llevó a la presentación de parte de expertos de una denuncia penal ante la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA) que hoy sigue su curso. 

Ahora, la última muerte se dio este viernes 15 de noviembre de 2019. Fue la del rinoceronte blanco Gaspar, que había sido la inseparable pareja de Ruth y que debió ser eutanasiado tras meses de depresión y estrés. "Durante la gestión del Subsecretario Gonzalo Pascual los sometieron (a Gaspar y Ruth) a convivir con obras civiles en su propio recinto. Eso fue una brutalidad. Consecuencia directa fue que el macho (Gaspar) destrozara parte de la nueva infraestructura, arrancando barandas, con los consecuentes traumatismos. Esos disturbios desencadenaron que se comportara ineditamente agresivo con Ruth. Poco tiempo después, ella murió por ese estrés y por la dieta de mala calidad que se le suministró pese a los reclamos de sus cuidadores", detallaron a Nueva Ciudad fuentes cercanas al hecho.   

En rigor, las obras a las que se hace referencia se dieron luego de que en 2016 Horacio Rodríguez Larreta anunció el proyecto de transformación del lugar y se comenzó con la derivación de animales para mantener sólo los autóctonos. La iniciativa causó el repudio de los especialistas que pusieron el foco en la dificultades y poca planificación para los traslados. A este hecho se sumó que la Legislatura de la Ciudad aprobara en 2018 la concesión de 15 edificios del predio, que hoy son manejados por privados. Profesionales de organizaciones como Fundación Vida Silvestre, Azara, la Federación de Veterinarios Argentinos y SinZoo advirtieron sobre el avance de un “negocio inmobiliario” y el "apuro" del Gobierno de la Ciudad por liberar diferentes espacios.  


A partir de ahí, los animales debieron convivir con las refacciones, hecho al que se sumó el desplazamiento de trabajadores calificados del predio. En este contexto, era fácil predecir que Gaspar seguiría ese mismo destino que su compañera Ruth. Es por eso que expertos aconsejaron medidas de enriquecimiento ambiental y una dieta adecuada para el animal. Pero los cuidados para mantener su salud no fueron suficientes. 

"De ahí en más, gradualmente, el rinoceronte comenzó a agravar su estado, perdiendo peso y movilidad hasta que decidieron aplicar eutanasia", explicaron las fuentes a este portal, y recalcaron la importancia de mantener lugares de calidad para la preservación y el cuidado de los animales, en especial las especies que están extinción. “Hay una necesidad de impulsar una transformación real, como lo manda la Ley 5752 del Ecoparque, que establece objetivos muy claros y necesarios: desarrollar programas integrales de conservación, ciencia, educación y bienestar animal”, concluyeron.

En tanto, desde el Ecoparque dieron detalles de lo sucedido en un comunicado. "La muerte se produjo luego de una falla en su sistema renal, que tenía desde hace varios meses y que en el último tiempo se agravó sumado a complicaciones digestivas. La necropsia que fue realizada, ofrecerá más detalles histopatológicos y cultivos microbiológicos.Durante los últimos meses Gaspar estuvo acompañado en todo momento por un equipo de cuidadores y veterinarios las 24 horas. El seguimiento de su salud fue constante gracias al vínculo de confianza que tenía con el personal que lo asistía. Se le realizaron todos los análisis y muestras diarias a fin de garantizarle el mejor tratamiento posible", afirmaron.