“El gobierno de Cambiemos mató una persona desarmada cada 22 horas”

“Por primera vez en 27 años, CORREPI no pudo cerrar el Informe de la Situación Represiva a tiempo para hacer su presentación pública antes de fin de año. La enorme cantidad de datos a procesar, y la necesidad de estar presentes en innumerables conflictos cotidianos nos impidieron terminar a tiempo el trabajo estadístico que sistemáticamente realizamos desde 1996, para registrar los casos conocidos de personas asesinadas por el aparato represivo estatal”, explicaron en un nuevo comunicado desde la Coordinadora antirrepresiva.

El acto de Presentación del Archivo de Casos tiene una nueva cita para el próximo 15 de marzo, a las 18:00, en Plaza de Mayo. Sin embargo, dieron a conocer los datos registrados al 25/12/2018:

* El archivo incorporó 497 nuevos casos, totalizando 5.959, contra 5.462 que teníamos registrados hace un año. *De estos nuevos casos: Uno es del año 2000, otro del año 2002; 15 ocurrieron entre 2008 y el 10/12/2015 (presidencia de CFK), totalizando así 3.175 asesinatos en el período de gobierno kirchnerista (25/05/2003-10/12/2015).

* Desde que asumió Mauricio Macri el 10 de diciembre de 2015 hubo 27 casos en 2015, 441 en 2016, 441 en 2017 y 297 en 2018 (este año no está cerrado aún ya que falta el informe de muertes en unidades penitenciarias de la provincia de Buenos Aires). Es decir, que en el gobierno de Cambiemos hubo 1206 muertes en manos de las fuerzas de seguridad. 

Según los datos, CORREPI denunció: “El gobierno de Cambiemos mató una persona desarmada cada 22 horas”. Aunque aclararon: “Estas cifras, insistimos, no definitivas en particular para el año 2018, dan cuenta del más fuerte incremento de la represión estatal desde 1983, con un promedio de más de 400 asesinatos estatales al año en el marco de sus diferentes modalidades (gatillo fácil, muertes en lugares de detención, desapariciones forzadas, represión a la protesta o el conflicto social, femicidios de uniforme, etc.)”.

La principal influencia en este incremento de los casos de gatillo fácil es, según la coordinadora, la “doctrina Bullrich expresada en la defensa y apoyo oficial al fusilador Chocobar, la resolución sobre uso de armas de fuego para las fuerzas federales y los fallos judiciales en similar tesitura, en el crecimiento exponencial de los fusilamientos de gatillo fácil, así como el endurecimiento del sistema penal con afirmaciones del tipo de “los prefiero amontonados y no libres” explican el incremento de las muertes bajo custodia, tanto en cárceles como en comisarías”.