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- 15.11.2018
NUEVA CAMPAÑA
“No es porque usás esa ropa”: Las Kamikazes, contra la violencia de género
Las campeonas del equipo femenino de beach handball que ganó el oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud fueron convocadas por el Ministerio Público Tutelar porteño en el marco del Día contra el Abuso Infantil y el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujeres.
Las Kamikazes, como se conoce al equipo femenino de beach handball que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud que se realizaron en octubre en la Ciudad, fueron convocadas por el Ministerio Público Tutelar porteño para ser protagonistas de una campaña en contra de la violencia que sufren niñas, niños y adolescentes. Durante las olimpíadas, las jugadoras fueron cuestionadas por el tamaño de las prendas de vestir con las que compitieron.
Tres integrantes del equipo -Lucila Balsas y Caterina Benedetti, de 18 años, y Fiorella Corimberto, de 17- serán embajadoras de la iniciativa que el MPT lanzará en el marco del Día contra el Abuso Infantil y el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujeres, en la semana del 19 al 25 de noviembre.
Junto a su entrenadora, Leticia Brunatti, las campeonas olímpicas darán visibilidad a mensajes como “No es porque vas a boliches”, “No es porque provocaste” y “No es porque usás esa ropa”. “Nos gustó poder participar para hablar por todas las chicas que no tienen voz”, dijo Balsas.
Yael Bendel, asesora general tutelar del Ministerio Público Tutelar de la CABA, dijo a Página 12 que “la idea es que las chicas sean la cara de esta iniciativa en las redes sociales. Ellas son multiplicadoras del mensaje”. La iniciativa de convocar a las Kamikazes surgió cuando las jugadoras justificaron la vestimenta que usaron en los Juegos Olímpicos: un culotte y un top, luego de que una nota periodística la cuestionara.
Brunatti, la entrenadora, señaló que la indumentaria se correspondía con las reglas de la Federación Internacional de Handball y explicó que “las jugadoras fueron libres y ellas eligieron el modelo más pequeño”. Y remarcó: “El derecho de nuestro cuerpo es nuestro y debe ser respetado. Por jugar en culotte, nadie tiene derecho a decir nada”.
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