- Política
- 22.10.2018
CÁRCELES
Autoridades penitenciaras fueron procesadas por las "condiciones indignas e insalubres” de la cárcel de Devoto
Son nueve jefes y exjefes de distintas divisiones de la cárcel. Se denunció que "la mayoría de los colchones estaban rotos, eran muy finos y faltaban sábanas y frazadas" y que no había "heladeras, sillas y elementos de limpieza en general".
Según consignó Tiempo Argentino, la investigación judicial determinó que en los celulares de los pisos 2 y 4 del Módulo V del complejo penitenciario federal de Devoto los internos dormían sobre colchones rotos –uno de ellos apoyado directamente en el piso–, que faltaban sábanas y frazadas y que la mayoría de los inodoros y duchas estaban fuera de servicio.
En su fallo, el juez federal Sebastián Casanello incluyó un trabajo del equipo interinstitucional del Control de Cárceles a cargo del juez de Casación, Gustavo Hornos, e integrado por la Procuraduría contra la Violencia Institucional (Porcuvin) y la Defensoría General de la Nación.
De dicha investigación se supo que "la mayoría de los colchones estaban rotos, eran muy finos y faltaban sábanas y frazadas" y que no había "heladeras, sillas y elementos de limpieza en general". “En la cocina funcionaban cuatro hornallas y la basura se almacenaba sin bolsa en un tacho en una celda ubicada al ingreso del celular. Se observaron cucarachas y todo el lugar presentaba humedad, falta de ventilación, suciedad y mal olor", se indicó en el fallo del 3 de octubre al que accedió Tiempo Argentino.
También se supo que fueron los jefes y directores de distintas divisiones de la cárcel de Devoto quienes privaron a los internos de pasar sus días en mejores condiciones. La investigación permitió comprobar que los elementos que les debieron ser entregados (cepillos dentales, jabones, lavandina y colchones en mejor estado) llegaron al penal pero no fueron repartidos.
Tras las inspecciones se detectó que el penal de Devoto había recibido, a modo de ejemplo, 44.850 cepillos dentales, 52.616 jabones de tocador, 58.312 máquinas de afeitar, 49.008 pastas dentales, 7045 lavandinas de 5 litros, pero que no llegaron a manos de los internos.
Los procesados fueron Walter Herrera, director administrativo del penal en el período investigado; Jorge Omar García, director del área de trabajo entre febrero y diciembre de 2016; Christian Asis, jefe de la sección de mantenimiento; Sandro Gutiérrez y Mauro Irala, jefes de la división de seguridad interna; Sergio Fainstein y Johana Asis, por falta de respuestas a consultas médicas, falta de entregas de medicamentos y elementos para el cuidado de las heridas; y Walter Poclava y Carlos Cidoski, jefes de la división de abastecimiento.
El delito que se les imputa es abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos. El procesamiento trajo también un embargo de 200 mil pesos a cada uno. Fuentes del Servicio Penitenciario informaron a Tiempo Argentino que, aunque algunos cambiaron de puestos, todos siguen trabajando para el Complejo.
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