El Gobierno de la Ciudad explicará mañana la reforma del Código Contravencional en la Legislatura

Tres veces los artistas callejeros, centros culturales y trapitos, entre otros, se movilizaron a la Legislatura porteña para frenar la reforma del Código Contravencional. La iniciativa presnetada por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta crea nuevas figuras para sancionar el ciberacoso y las pegatinas de oferta sexual; también prevé prohibir a los limpiavidrios y cuida coches que no cuenten con autorización.

Los artistas callejeros y centros culturales lograron introducir una modificación en el artículo 85 del proyecto de Ley 1664 con el objetivo de cuidar su trabajo y dejar expresado que el mismo no es contravencional. Así, al párrafo en el que se detalla que el ensayo o práctica de música fuera de los horarios de descanso (siempre que se usen equipos de amortiguación y en los lugares habilitados para ello tanto al aire libre como en espacios culturales) no constituye contravención se le hicieron agregados a tal fin.

(s)Mañana la reunión está pactada para las 15 en el Salón Presidente Perón de la Legislatura porteña, ubicada en Perú 160. (s)

Uno de los cambios generaron polémica es la prohibición de trapitos. El proyecto reimpulsa la vieja idea del macrismo de crear un “registro de trapitos”. De esta forma, aquellas personas que hoy están realizando este tipo de actividades sin autorización se les exigirían inscribirse para acceder a líneas de capacitación y becas, algo semejante a lo que se hizo con los manteros desalojados de Once. Una de las principales críticas a la integración de este artículo es que actualmente no está regulado quien es la autoridad competente para brindar la autorización a los fines de poder realizar la actividad, motivo por el cual todos los cuidacoches estarían en la ilegalidad y serían contraventores.

Asimismo, el proyecto hace especial hincapié en que mujeres, niñas y los jóvenes están expuestos al ciberacoso. Por lo que se crearán dos figuras que sancionan la difusión no autorizada de imágenes y la suplantación digital de la identidad. Además, se establece un agravante cuando la víctima sea menor de edad o mayor de 70 años, cuando sea realizado por un jefe o promotor de eventos, o sea cometido por parejas o exparejas.