Taxistas repudiaron el procesamiento un chofer por agredir a un Cabify

El lunes pasado el Poder Justicial procesó sin prisión preventiva a Martín Facundo Sensón, de 32 años, uno de los denominados taxistas "caza Uber", por los delitos de lesiones leves, daños y coacción. La medida se dio en el marco de una creciente ola de ataques y escraches contra los choferes que utilizan las plataformas Uber y Cabify para el transporte de pasajeros en la Ciudad.

Desde Taxistas Unidos repudiaron la medida judicial y la tildaron de ridícula y descarada. Además, denunciaron a la Secretaría de Transporte de la Ciudad por haber suspendido la licencia del taxista imputado. “El secretario Juan José Mendez ha trabado una suspensión a la licencia del compañero, sin ningún fundamento más que la presunción de culpabilidad del mismo, algo terriblemente autoritario debido a que el taxista está siendo imputado, y el resultado del litigio es incierto hasta que la justicia se expida, de manera que según principio jurídico, es inocente hasta que se demuestre lo contrario”, argumentaron.

Y agregaron: “La inhibición de la licencia del compañero implica no poder renovar administrativamente su permiso a desarrollar la actividad, ergo atenta contra su fuente laboral hasta que la causa tenga sentencia firme”.

También recordaron que “el actual Presidente de la Nación fue imputado y procesado en la causa de espionaje (escuchas telefónicas), mientras en aquel entonces ejercía su cargo de Jefe de Gobierno ,y nadie tomó medidas arbitrarias como esta”.

En relación a la causa en sí, aseguraron que al consultar a un abogado éste les aseguró que “no hay sustento jurídico para declararlo culpable. Incluso su procesamiento fue apelado a consideración de la falta de mérito por la carencia de elementos probatorios, los cuales siquiera se los pudo recolectar en un allanamiento ordenado por el fiscal debido a la inexistencia de los mismos”.

Por último, indicaron: “Estamos convencidos que el Secretario de Transporte quiere la cabeza de un taxista que pague a cualquier precio la negligencia del escenario violento que ellos mismos generaron, y tiene ansias de calmar el pedido de sangre mediático con un caso de castigo ejemplificador, aún cuando no estén garantizados los elementos de culpabilidad”.