Contradicción: ¿qué pensaba tiempo atrás el GCBA sobre la quema de basura?

Luego de la polémica sesión en la Legislatura en la que se aprobó el proyecto que permite quemar residuos en la Ciudad, el Gobierno porteño se vio esta semana envuelto en un nuevo escándalo luego de que diferentes publicaciones dejaran en evidencia la postura oficial hasta hace pocos meses en contra de la termovalorización.

Según se podía ver hasta hace unos días en las páginas del ministerio de Ambiente y Espacio Público (que ya fueron modificadas), la administración de Larreta había alertado sobre los riesgos de utilizar esta técnica. En la web se podía leer un texto con 14 preguntas y respuestas sobre el manejo de los residuos. Uno de los ítems era "¿por qué no a la Incineración?". En la explicación oficial se detallaban los riesgos de la quema de basura.

"Las plantas de incineración emiten miles de sustancias químicas tóxicas que dañan la salud: metales pesados como mercurio, cromo, cadmio, arsénico, plomo y berilio; hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs); bencenos clorados; naftalenos policlorados; compuestos orgánicos volátiles (COVs)”, se leía.

Tras el escándalo, fuentes oficiales argumentaron: "La incineración es una quema a granel sin selección ni recuperación previa, sin tratamiento de los gases, sin filtros, sin control de emisiones y sin recuperación de energía".

Y, en declaraciones al diario La Nación, agregaron: "Lo que se habilitó ahora fue la termovalorización, una técnica utilizada en todo el mundo. La termovalorización considera al residuo como un 'recurso', es un sistema integral de tratamiento de residuos, con máxima valorización y mínimo descarte. Es la recuperación de energía, ya sea producción de energía renovable o recuperación de calor y electricidad, a partir de los residuos domésticos residuales y no reciclables”.

No obstante, el documento online también diferenciaba y repudiaba a la incineración con recuperación de energía: "Es una opción riesgosa de gestión de residuos, ya que genera emisiones de sustancias tóxicas que afectan al ambiente y a la salud de la población, es un derroche de recursos y una modalidad ineficiente de recuperar energía y reducir emisiones de gases de efecto invernadero”.