CIUDAD DE BUENOS AIRES

Entre críticas y rechazos, la incineración de basura se debate hoy en la Legislatura

Greenpeace, FARN, cooperativas de cartoneros y recicladores, diputados y académicos expresaron su oposición al proyecto de Larreta para modificar la Ley de Basura Cero. Hoy empezará a tratarse en la comisión de Ambiente.

Hoy comienza el debate del proyecto de ley presentado por Horacio Rodríguez Larreta que propone la incineración de residuos urbanos a través de una nueva tecnología denominada “termovalorización”, que busca bajar el volumen de basura en los rellenos sanitarios.

La iniciativa busca reformar varios artículos de la ley vigente: uno de los más importantes es el seis, que establece las metas: reducir un 50% de los residuos que se entierran para 2021, 65% para 2025 y un 80% para 2030, tomando como base los niveles de basura enviada a la Ceamse durante 2012. Para 2028 se prohíbe la disposición final de materiales tanto reciclables como aprovechables.

Entre quienes se opusieron a la medida se encuentran Greenpeace, Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), cooperativas de cartoneros, diputados y académicos. “Las organizaciones y personas abajo firmantes manifestamos nuestro rechazo a la habilitación de la incineración de residuos –también llamada bajo el eufemismo ‘valorización energética de residuos’- para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos de la Ciudad de Buenos Aires”, manifestaron mediante un comunicado.

En el texto, resaltaron que la ley N°1854, conocida como “Ley de Basura Cero”, fija metas progresivas de reducción de la disposición final de residuos sólidos urbanos y prohíbe la combustión de los residuos de la ciudad, tanto dentro como fuera de su jurisdicción, al menos hasta que se alcance la meta de reducción del 75%. Y aclararon que “dicho precepto tiene un fundamento válido y aún vigente: garantizar que la reducción de la disposición final se lleve a cabo desarrollando y fortaleciendo la separación en origen, la reutilización, el reciclaje, el compostaje y demás medidas de recuperación previstas por la ley. Siguiendo el principio orientador de la norma, la reducción de la disposición final no puede realizarse de cualquier manera, sino creando y fortaleciendo circuitos de recuperación con inclusión social. Tal es el espíritu de la Ley de Basura Cero”.

“La prohibición a incinerar
”, dicen las agrupaciones, “garantiza que los recursos destinados al manejo de residuos se inviertan precisamente en los circuitos de recuperación, y no en tecnologías que permitirían reducir las toneladas dispuestas más rápidamente, pero por un camino equivocado y contrario a la jerarquía de manejo de residuos”.

De acuerdo con los cómputos de CEAMSE, en 2017 la ciudad dispuso 1.101.202 toneladas de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en el relleno sanitario (sin contar generadores privados). Esto es sólo un 26% de reducción, incumpliendo aún la primera meta de la ley, prevista para 2010. “Ante este escenario, sostenemos que no se deben abandonar las metas, sino por el contrario, mejorar las políticas públicas para cumplir con la ley, dentro de la ley”, declararon.

Y concluyeron: “Rechazamos cualquier intento de habilitar la incineración y allanar su camino por otros medios, como cambiar la línea de base, las metas de reducción, u otras. Exigimos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires invertir recursos en políticas públicas sostenidas en el tiempo, coherentes con los objetivos de la ley, para reducir la generación de residuos evitables, mejorar la separación de residuos en origen y la recolección diferenciada, fortalecer el trabajo de las cooperativas de recuperadores urbanos y fomentar la industria del reciclado, desarrollar la infraestructura y las políticas necesarias para recuperar los residuos orgánicos de la ciudad y lograr así reducir genuinamente la disposición final de residuos”.

Por su parte, el observatorio del Derecho a la Ciudad "la incineración, en todas sus formas y variantes, está prohibida en la Ciudad de Buenos Aires, ya sea en su propio territorio o en otro, por el artículo 7 de la ley Nº 1.854, conocida como Ley de Basura Cero”.

La ley vigente, sancionada en 2005, preveía la prohibición de enviar basura a los rellenos sanitarios para 2020 y el año debería haberse reducido el 75% del enterramiento.

En tanto, el proyecto que propone que las miles de toneladas de desechos urbanos sean quemadas en “hornos apropiados”, además, establece un cambio de los plazos pautados para reducir la basura en la Ciudad que habían sido planteados en la Ley de Basura Cero (1854). Ante el incumplimiento de las metas para reducir de forma progresiva el volumen de residuos urbano que se entierran, el gobierno decidió replantear las metas y reflotar la quema de basura.

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