- Política
- 29.12.2017
FUERZAS DE SEGURIDAD
La fuerte acusación que ensombrece al nuevo jefe de la Policía de la Ciudad
Carlos Kevorkian estaba al frente de un operativo en el que un joven de 17 años fue apaleado por la Federal tras un partido en la cancha de Huracán. Fue en 2015 y su papá sigue pidiendo justicia. “Fue un homicidio”, asegura.
Pero al parecer, la nueva cabeza d ela fuerza porteña también presenta graves acusaciones. Kevorkian es señalado como uno de los responsables del crimen de Fernando Blanco, un hincha de Defensores de Belgrano, en junio de 2005. El hombre había estado a cargo del operativo en que el joven de 17 años murió apaleado por la Federal tras un partido en el estadio de Huracán.
Un video que se difundió en aquel momento permitió saber que a Blanco lo habían tomado de los pelos varios efectivos, le dieron golpes –uno de ellos con una manopla– y dos días después de la represión policial a los hinchas falleció en un hospital.La versión oficial de la Federal sobre el hecho fue que el joven se había arrojado de una camioneta de detenidos.
Según publicó hoy el diario Página 12, Angel Blanco, el padre de la víctima, aseguró que el hecho “fue un homicidio, la causa se cerró y nosotros seguimos rogando por justicia”. Los únicos acusados formalmente fueron el agente Marcos Lagoria y un cabo 1° que separó de sus cargos el ministro del Interior de aquel momento, Aníbal Fernández. Ambos revistaban en la 44ª.
El padre responsabiliza a Fernández y al entonces jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. “Kevorkian fue salvado por el ex ministro y el actual presidente lo designó como superintendente en la Metropolitana tiempo después. Si el actual jefe de la Policía de la Ciudad tuviera un mínimo sentimiento de justicia debería haber declarado lo que sabía, porque lo de mi hijo fue un homicidio”.
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