Denuncian que un joven murió porque no lo quisieron atender en el Cesac de Villa Lugano
El sábado 28 de octubre, Martin Firma Paz sufrió una sobredosis. Después de varios llamados fallidos al servicio de emergencias, lograron establecer comunicación con el 911 pero ante la inacción de los efectivos de seguridad, la madre del joven y su marido lo llevaron al Cesac 3 del barrio de Villa Lugano, donde se negaron a atenderlo por no haber un médico disponible. Desde hace tiempo, los comuneros pelean por mejorar la guardia de ese centro de salud, sin embargo no tuvieron ninguna respuesta y éste fue el resultado.
Según informó Carlos Figueroa, abogado de la familia, a Nueva Ciudad, el joven sufrió una sobredosis por consumo de pastillas pero aclaró que "no se saben bien los detalles, porque la familia llegó cuando el cuadro estaba en desarrollo. Hay que esperar los resultdos de las pericias para saber los detalles. Primero hay que saber la causa de muerte y las pericias. Hoy, la clasificación es muerte dudosa". El primer llamado al 107 ocurrió a las 16:30 de ese sábado, tras varios intentos fallidos, lograron comunicarse con el 911.
A las 17 llegó la madre del joven junto a su marido. Para ese entonces, en la casa ya había seis prefectos que no realizaron ninguna maniobra para intentar reanimar al joven, denunció el abogado. Ante esta inacción, Marcela, mamá de Martín, comenzó a realizarle RCP al notar que su hijo aún tenía signos vitales. Como la ambulancia no llegaba, la mujer y se marido decidieron cargar al joven y levarlo al Cesac 3, que funciona abajo.
Ya en el Cesac, relató Figueroa, se le negó la atención a Martín porque no se encontraba el médico de turno. Ante esta situación, la madre y dos efectivos de Prefectura - que decidieron ignorar las órdenes de sus superiores - continuaron con los ejercicios de reanimación. A 45 minutos del primer llamado a Emergencias, la ambulancia todavía no se había hecho presente en el lugar. Recién al cumplirse la hora de espera, llegó una ambulancia común del SAME y se trasladó al joven ala hospital Santojanni, sólo con oxígeno y sin ninguna atención durante el camino.
Después de la muerte de Martín, el director del Santojanni se comprometió ante los vecinos y a familia a mantener el servicio de ambulancia y clínico permanaente en el Cesac. Sin embargo, al día siguiente, cuando tuvo lugar el velorio del joven, se constató el incumplimiento de tal promesa.
Según informó Carlos Figueroa, abogado de la familia, a Nueva Ciudad, el joven sufrió una sobredosis por consumo de pastillas pero aclaró que "no se saben bien los detalles, porque la familia llegó cuando el cuadro estaba en desarrollo. Hay que esperar los resultdos de las pericias para saber los detalles. Primero hay que saber la causa de muerte y las pericias. Hoy, la clasificación es muerte dudosa". El primer llamado al 107 ocurrió a las 16:30 de ese sábado, tras varios intentos fallidos, lograron comunicarse con el 911.
A las 17 llegó la madre del joven junto a su marido. Para ese entonces, en la casa ya había seis prefectos que no realizaron ninguna maniobra para intentar reanimar al joven, denunció el abogado. Ante esta inacción, Marcela, mamá de Martín, comenzó a realizarle RCP al notar que su hijo aún tenía signos vitales. Como la ambulancia no llegaba, la mujer y se marido decidieron cargar al joven y levarlo al Cesac 3, que funciona abajo.
Ya en el Cesac, relató Figueroa, se le negó la atención a Martín porque no se encontraba el médico de turno. Ante esta situación, la madre y dos efectivos de Prefectura - que decidieron ignorar las órdenes de sus superiores - continuaron con los ejercicios de reanimación. A 45 minutos del primer llamado a Emergencias, la ambulancia todavía no se había hecho presente en el lugar. Recién al cumplirse la hora de espera, llegó una ambulancia común del SAME y se trasladó al joven ala hospital Santojanni, sólo con oxígeno y sin ninguna atención durante el camino.
Después de la muerte de Martín, el director del Santojanni se comprometió ante los vecinos y a familia a mantener el servicio de ambulancia y clínico permanaente en el Cesac. Sin embargo, al día siguiente, cuando tuvo lugar el velorio del joven, se constató el incumplimiento de tal promesa.
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