- EN LA REDACCION
- 11.06.2017
#ENLAREDACCIÓN
Tomada: “Los objetivos de Macri son hacer retroceder el salario y quitar derechos a los trabajadores”
El jefe de bloque del Frente para la Victoria de la Legislatura porteña y exministro de Trabajo analizó en la redacción de Nueva Ciudad las políticas del PRO.
En ese sentido, explicó que el objetivo principal del Gobierno nacional es “el retroceso de salarios y pérdida de derechos laborales”. Mientras que en la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta pone “a disposición del capital financiero e inmobiliario a la Ciudad de Buenos Aires”.
¿Cómo evalúa la gestión de Mauricio Macri?
Para analizar este período de más de un año y medio de gobierno de Mauricio Macri debería partir de algo muy claro que es el objetivo que se planteó este proyecto político. Este Gobierno ha venido a producir una profunda transformación cultural, social y económica en el país.
El objetivo más importante de este Gobierno es modificar las relaciones entre el capital y el trabajo. Es decir, quieren instaurar un predominio de la alianza dominante de una manera definitiva en la Argentina, de la que no haya retroceso. Hay que comprender este objetivo para entender una serie de medidas que se han tomado que algunos juzgaremos como erróneas y otros dirán que son impericias. Pero lo cierto es que más allá de que sea todo eso junto, está dando cuenta de objetivos buscados, deseados y con resultados que están a la vista.
Desde la oposición, tenemos enfrente un Gobierno que en democracia ha ganado las elecciones y que expresa la alianza más poderosa de la derecha que la Argentina conozca por lo pronto desde la recuperación de la democracia. Los sectores más concentrados de la economía, el poder mediático, sectores importantes extendidos y claves del Poder Judicial son la misma alianza que de alguna manera se configuró allá por el 2008 cuando fue el llamado conflicto con las patronales agrarias. Todo ese conjunto hoy está a cargo del gobierno y el destino del país. Y, por lo tanto, se entiende entonces claramente que el objetivo es reconfigurar la relación de fuerzas, para bajar el salario.
Desde la oposición, tenemos enfrente un Gobierno que en democracia ha ganado las elecciones y que expresa la alianza más poderosa de la derecha que la Argentina conozca por lo pronto desde la recuperación de la democracia.
Por supuesto, que no dejo de reconocer que también quieren volver a reinsertar a la Argentina dentro del llamado “mundo occidental y cristiano”, que también quieren terminar con la ley de medios, quieren dejar atrás las políticas de memoria, verdad y justicia. Sin embargo, su objetivo fundamental es bajar el salario.
En la Argentina, lograr ese objetivo no es tan sencillo, mucho menos si venimos de 12 años como los que ha vivido el pueblo argentino de recuperación de derechos, de fortalecimiento de la participación de los trabajadores, del aumento de la participación del salario en la distribución del ingreso en la Argentina.
Para ello lo que tienen que hacer y es lo que vienen haciendo es buscar aumentar el desempleo para debilitar la posible resistencia de los trabajadores e introducir en el debate y en el discurso político una clara política antisindical.
Buscan el debilitamiento de esos sectores en sus distintas expresiones que, por supuesto, hay distintas expresiones pero que es condición de posibilidad para que la baja de los haberes jubilatorios, de los salarios, de lo que son los ingresos en la Argentina se pueda llevar a cabo.
Bajar los salarios es una condición necesaria porque es lo que le piden los que mandan con el argumento de que así vamos a tener una Argentina competitiva, donde las inversiones van a poder llegar. Para eso retroceso de salarios y pérdida de derechos laborales, ese es el objetivo.
¿Cómo entra la gestión de Horacio Rodríguez Larreta en este contexto nacional?
El Gobierno de la Ciudad entra de dos o tres formas en el panorama nacional. Por un lado, Rodríguez Larreta tiene la desgracia de tener un Gobierno nacional de Macri, que está llevando a cabo estas políticas que van en contra del empleo, en contra de las pymes, que alteran negativamente la situación social. Con lo cual la situación social en la Ciudad de Buenos Aires producto de las políticas nacionales es peor. Al contrario del tiempo en que Macri gobernaba la Ciudad que tenía un Gobierno nacional que esos temas los atendía y los resolvía.
Toda la legislación, todas las reformas, las políticas de obra pública, van en esa dirección; van a facilitar el despliegue de una financialización de la economía y de un gran negocio inmobiliario.
Ahora, ¿qué hace el Gobierno de la Ciudad en el contexto del Gobierno nacional?
Hay que tener en claro que cuenta con un súper presupuesto, los recursos de la Ciudad de Buenos Aires son realmente llamativos. Los que tenían y los que ahora el Gobierno nacional le sigue transfiriendo en una especie de sostén al territorio propio, al origen a la matriz del macrismo. Esto ha llevado al Gobierno porteño a poner a disposición del capital financiero e inmobiliario a la Ciudad de Buenos Aires. Esto implica que toda la legislación, todas las reformas, las políticas de obra pública, van en esa dirección; van a facilitar el despliegue de una financialización de la economía y de un gran negocio inmobiliario.
Incluso, admitiendo que muchas de esas decisiones tienen efectos secundarios positivos. No quiero desconocer que por ejemplo se haya iniciado el proceso de integración, de urbanización de la Villa 20 y que probablemente se avance en la Villa 31. Obviamente cualquier proyecto que vaya en esa dirección el FpV lo va a acompañar. Sin embargo, está claro que el por qué se realizan estas iniciativas pasa por otro lado. En el caso de la Villa 20 tiene más que ver con la Villa Olímpica que se está construyendo enfrente y la Villa 31 está relacionada con la recuperación de terrenos para hacer más negocios inmobiliarios. Cuando pasan estas cosas lo que hay es un retroceso, un desmedro de otras políticas vinculadas más con la integración social y con ciertos niveles equitativos que requieren la Ciudad de Buenos Aires.
Por dos razones, uno por necesidades básicas insatisfechas, la Ciudad no puede ser una ciudad que en nueva años que tiene un presupuesto fenomenal y que tenga las inequidades todavía que tiene. Y no solamente tiene necesidades básicas insatisfechas, demasiadas, sino también tiene una historia. Buenos Aires era una ciudad más homogénea. Sus barrios, sus calles, sus dificultades pero al mismo tiempo su posibilidades eran más igualitarias. Eso se ha venido quebrando y da la impresión de que se va a profundizar.
También están las dificultades de la propia oposición, que no se sabe si es oposición o una suerte de oficialismo disimulado.
¿Cómo evalúas la Legislatura porteña en estos dos años ya que sos jefe de bloque del FpV?
Hay dos aspectos en torno a la Legislatura. Por un lado, el rol del oficialismo que tiene una predominancia muy fuerte y la hace sentir. Para mí fue una nueva experiencia y realmente se nota que hay una fuerza hegemónica que domina y pone límites, siempre dentro del cumplimiento de las normas, no voy a decir que las vulnere ni mucho menos. Pero es muy difícil avanzar con propuestas alternativas, es muy difícil conseguir respuestas de los pedidos de informes o lograr que en las condiciones se traten otros temas que no sean los de la agenda del Gobierno porteño.
Por otro lado, también están las dificultades de la propia oposición, que no se sabe si es oposición o una suerte de oficialismo disimulado. Nosotros mismos hemos tenido dificultades, producto de lo que ha sido la etapa posterior a la derrota electoral y eso ha dado lugar también a algunos desencuentros y por lo tanto un debilitamiento que esperamos superar.
En ese sentido, ¿cómo será la estrategia del Frente para la Victoria en la Ciudad?
Uno siempre ha trabajado por la unidad. Mi matriz peronista me marca muy claramente la voluntad de la unidad y creo que en este caso más que nunca debemos lograr una posición unitaria.
Creo que en ese sentido, se está trabajando. Yo por lo pronto, nunca he dejado de trabajar por la unidad. Celebro que en estos tiempo ya cercanos a las definiciones en el proceso electoral, algunos que se han alejado del bloque, sectores del peronismo o sectores que en algún momento buscaron y pensaron alianzas con el massismo, inclusive sectores que no coinciden con el liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner, como en nuestro caso, estén en estos momentos acercándose a un proceso de unidad. Por lo cual yo soy optimista y creo que vamos a llegar en condiciones de tener una oferta.
Mi matriz peronista me marca muy claramente la voluntad de la unidad y creo que en este caso más que nunca debemos lograr una posición unitaria.
Desde el Frente para la Victoria, siempre hemos pensado en la necesidad de un frente que trascienda el kirchnerismo. De hecho en el bloque del FpV hay expresiones de la izquierda y creemos que debemos conformar un frente claramente antimacrista y eso veremos de qué forma se puede concluir un espacio de esa características, pero me parece que en esa dirección tenemos que trabajar.
¿Qué piensa de la no conformación de Cambiemos en la Ciudad y la participación de dos candidatos como son Elisa Carrió y Martín Lousteau?
Es una situación confusa. Yo creo que hay algunos dirigentes que están confundidos. Me parece confuso querer ser oposición y después representar al país y después querer ser otra vez oposición. De la misma manera que me confunde un poco, que pidan participar en la interna del oficialismo y a su vez querer ser oposición es una situación.
Pero creo que eso lo va a resolver también el voto de nuestro pueblo. Sabrá juzgar comportamientos, consecuencias, conductas y veremos. Yo soy muy optimista con este proceso unitario del Frente para la Victoria al que pienso dedicar todo mis esfuerzos.
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