MEDIO AMBIENTE

Dos estudiantes crearon una máquina para reducir las botellas de plástico

La bautizaron Combot, es una máquina para reducir botellas de plástico. La proyectaron como trabajo final para recibirse de ingenieros mecánicos en el ITBA.


En el camino por mejorar la calidad del medio ambiente, dos estudiantes del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) dieron unos cuantos pasos hacia adelante. Es que su trabajo final para la carrera de Ingeniería Mecánica crearon una máquina que apunta a reducir la presencia de los residuos plásticos, uno de los que mayor volumen generan en la Ciudad.
 
Santiago Carrillo y Martín Pérez Mendoza conforman la dupla creadora de Combot, una compactadora de botellas PET (Tereftalato de polietileno) que permite bajar un 35% la cantidad de estos materiales descartados.
 
"Esto arrancó con un planteo de la cátedra, respecto al gran volumen de basura que estaba generando la facultad y de tratar de hacer algo para disminuir esas cantidades. Entonces, con Santiago vimos que había un gran potencial de reducción en lo que son las botellas de plástico",
cuenta Martín a Clarín, hoy ya ingeniero.
 
"Durante el inicio del proyecto, nuestro estudio se hizo en función del lugar donde lo usaríamos, el comedor del Instituto. Por eso, el tamaño de botella que recibe la máquina es de 600 centímetros cúbicos, el estándar en las bebidas que se consumen acá", apunta Santiago a Clarín, también recibido.
 
La máquina es toda una novedad dentro y fuera de los pasillos del ITBA, donde muchos alumnos se acercan a la gran caja rectangular, tonalizada en verde, y leen los tres pasos que deben seguirse para compactar los envases.
 
"Lo primero es retirar la tapa de la botella, que se ingresa por una ranura diferenciada. Después, se vierte el líquido restante que haya quedado dentro del envase, en un tubo que está en el techo de la Combot. Por último, se coloca la botella en el orificio que hay al frente, con el cuello hacia adelante. De ahí en más, la máquina hace los suyo", detalla Martín.
 
De acuerdo a la información que recolectaron los inventores, sólo en el comedor del instituto se comercializan unas dos mil bebidas por semana, lo que hace un promedio de 400 envases PET por día que, de lograr el impacto esperado entre los alumnos y docentes del espacio, deberían ir a parar a la compactadora.
 
"Vamos a tratar de lograr la recolección diferenciada de los residuos PET dentro del edificio. Luego nos queremos comunicar con alguna de las cooperativas que colectan los materiales reciclables para concretar un retiro periódico por el instituto. Todo va a depender del uso que consiga la máquina, el volumen que va a generar y en función de eso, la frecuencia con la que deberían pasar", se adelanta Pérez Mendoza.

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