DESALOJO DE MANIFESTACIONES

El Gobierno busca comprar tecnología para profundizar su política antipiquetes

Dispositivos que emiten un sonido insoportable al oído humano o máquinas que arrojan chorros de agua que se solidifican y atrapan al manifestante, algunos de las herramientas que podría sumar el Gobierno para enfrentar los cortes de calle.

El Gobierno busca endurecer su política antipiquetes. Para eso, evalúan la compra de nueva maquinaria y tecnología con el objetivo de perfeccionar el desalojo de los cortes de calle. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, se reunirán este martes junto a altos mandos de la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura para analizar los futuros pasos, adelanta el diario La Nación.

En ese encuentro, señala el matutino, se evaluará la compra de tecnología y la corrección de los procedimientos de desalojo de piquetes, así como nuevas técnicas para despejar las calles. Ahora, Mauricio Macri no sólo quiere desarmar las manifestaciones, sino también controlar toda la logística de transporte que gira en torno a una protesta social.

Estos procedimientos se realizarán en conjunto entre la Ciudad de Buenos Aires, la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y la Administración de Ingresos Públicos (AFIP). Según le dijo una fuente oficial a La Nación, el Gobierno porteño se acoplará de manera progresiva ya que temen que el desalojo de piquetes termine de manera violenta. "La Ciudad no despeja aún las calles. El jueves desalojaron el piquete en Corrientes y Callao, pero no el de Corrientes y 9 de Julio", señaló un funcionario de nivel nacional.

Según entienden, la precaución de Horacio Rodríguez Larreta se debe a que aún se está conformando la Policía de la Ciudad y a que "además ellos tienen piquetes todos los días y no alcanza el personal. Va a ser un proceso evolutivo".

Desde el Gobierno analizan la compra de grúas o elementos para remover y secuestrar vehículos a velocidad. También se evalúa la compra de tecnología disuasiva que no sea violenta ni letal, como unos dispositivos que emiten un sonido que resulta insoportable al oído humano y dispersa a los manifestantes. Otra posibilidad es un dispositivo que dispara chorros de espuma que se solidifica en el acto, atrapa a los manifestantes y son reducidos por de las fuerzas de seguridad.

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