Volvieron las clausuras a centros culturales en la Ciudad

El fantasma de los cierres compulsivos de centros culturales porteños volvió este fin de semana con la clausura del espacio Vuela El Pez, club de arte. La falta de aplicación de la ley ley 5.240 permitió que el gobierno de la Ciudad salga a hacer una nueva cacería de espacios culturales.

El fin de semana pasado, los inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) del gobierno porteño se presentaron en el espacio ubicado en avenida Córdoba 4379 y “como en otras ocasiones, se les presentó toda la debida documentación que habilita a nuestro funcionamiento”, explicaron por medio de un comunicado los trabajadores.

“Sin embargo nos sancionaron porque Vuela el Pez no cumplía los requisitos de seguridad e higiene, ya que el trabajador que se encontraba en la puerta contando las personas que entraban para no exceder la capacidad del lugar, no estaba registrado en la dirección general de servicios de la seguridad privada. A su entender entonces, no cumplíamos los requisitos de seguridad porque no teníamos un patovica recibiendo a nuestro público”, continuaron.

Desde el espacio denuncian la falta de aplicación de la ley de centros culturales. “Por la falta de agilización en la implementación de la Ley de Centros Culturales, que fue conseguida gracias a la lucha constante de todos los centros culturales, nosotros somos un Centro Cultural con habilitación de Teatro Independiente”, explicaron.

Esto sucede porque antes de la nueva ley no existía la figura legal de centros culturales, por lo que los espacios debían registrarse con alguna figura que se asimile a sus actividad. Esta falta de marco legal era utilizada por el Gobierno porteño para clausurar masivamente estos espacios.

Sin embargo, la clausura se basa en la falta de un “patovica” registrado en la puerta pero esa medida no rige para los Teatros Independientes, categoría en la que se encuentra el espacio.

“Por otro lado, no se corresponde con nuestro funcionamiento, con nuestra manera de pensar, con nuestra manera de construir y hacer las cosas, poner un patovica en la puerta, porque a nuestro Centro Cultural entra la persona que quiere, se queda la persona que quiere y se va la persona que quiere”, cuestionaron desde el espacio. Y explicaron: “El trabajador que está en la puerta, es eso, un compañero trabajador cuya única función es hacer de anfitrión y contar la cantidad de gente que ingresa al lugar. Ni le mira la ropa, ni le mira la cara para decidir si entra o no entra”.

La medida que tomó el gobierno de la Ciudad deja a 20 trabajadores en la calle. “Esta clausura y manera de conducirse es un ataque directo a la cultura popular, y a sus trabajadores, que beneficia a los lugares y grupos económicos que piensan a la cultura como un negocio y no como un derecho”, denunciaron desde Vuela El Pez.

“Una vez más el Gobierno de la Ciudad encabezado por Rodríguez Larreta, en lugar de fomentar el acceso a la cultura, de incentivar a los espacios que abrigamos distintas formas de expresión artística, independiente, autogestiva, nos pone palos en la rueda, nos somete a discrecionalidades burocráticas y quiere que cerremos nuestras puertas”, concluyeron.