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- 26.12.2016
PLAZAS Y BAJO AUTOPISTAS
El problema de las ranchadas en espacios públicos
Las ranchadas son un dolor de cabeza para el Gobierno de la Ciudad, se repiten en plazas y bajo autopistas de distintos barrios.
Entre la pobreza extrema y la necesidad de vivir cerca de donde se generan los residuos, en la Ciudad de Buenos Aires son comunes las ranchadas en el espacio público. Y hay casos en que toda una plaza se convierte en un asentamiento, ya sea de gente sin hogar o de cartoneros que sólo vuelven a sus casas en Provincia los fines de semana.
El caso más emblemático fue el de la plaza Cecilia Grierson, en San Juan 650, en el barrio de San Telmo. En 1991, un hombre usurpó el depósito del cuidador y se instaló con su mujer, un hermano discapacitado, tres de sus ocho hijos y uno de sus nietos. Con los años, se sumaron nuevos ocupantes que armaron viviendas precarias y carpas sobre la plaza en sí. Llegaron a ser 80. En 2014, la Fiscalía de la Ciudad inició una causa de oficio y trabajó junto a distintas áreas del Gobierno porteño. Hicieron un censo y, después de una negociación, los ocupantes aceptaron irse a fines del año pasado. Así, después de casi un cuarto de siglo, los vecinos recuperaron la plaza.
Las tomas de plazas continúan, aunque cuando se actúa enseguida, la resolución es más veloz. Entre mayo y junio de este año, varias personas se instalaron en "El patio porteño", en Donato Alvarez y las vías del tren Sarmiento, en Flores. El predio se transformó en una ranchada y la murga Los Impresentables de Flores se quedó sin lugar para ensayar. La primera denuncia ingresó a la Fiscalía el 5 de julio. El presidente de la Junta Comunal 7, Guillermo Peña, confirmó la situación y el fiscal ordenó la restitución de la plaza y pidió una orden de allanamiento. Cuando fueron a cumplirla, 15 días hábiles después de la denuncia, los ocupantes optaron por irse. Finalmente, limpiaron el predio y lo enrejaron para impedir que lo vuelvan a tomar.
En julio del año pasado, unas 50 familias se metieron en un terreno debajo de la autopista Perito Moreno, en Rivadavia al 9300, también en Flores. Armaron viviendas precarias, se conectaron a la luz y prendieron fuegos para cocinar y calentarse. La directora de la escuela Carlos Guido Spano Nº 6, que está al lado, presentó la denuncia, porque el asentamiento obstaculizaba la salida lateral de emergencia del establecimiento educativo. Después de corroborar la situación, la Fiscalía Oeste firmó un dictamen de restitución del inmueble y le pidió a un juez una orden de allanamiento para poder llevarla a cabo. Los ocupantes se fueron y la causa se cerró. Entre la denuncia y la recuperación del predio pasaron dos meses.
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