PROYECTAN CRECIENTES DIFICULTADES EN EL MERCADO LABORAL

Para los especialistas los despidos tienen efecto disciplinador

La mayor tasa de desempleo está en los centros industriales, lo que refleja una menor actividad pero también la necesidad de la política económica de mantener bajo control al movimiento obrero.

En el primer semestre del gobierno de Mauricio Macri la desocupación creció diez puntos. Distintos economistas opinaron que en este modelo económico existe la necesidad de disciplinar al movimiento obrero y los sindicatos a través de la desocupación, y la concentración de las tensiones en la rama industrial y, en particular, en las pequeñas y medianas empresas.

En el Centro Cultural de la Cooperación (CCC) plantearon que la mayor desocupación es una pieza necesaria para el programa económico de Cambiemos. “La clave es el disciplinamiento del movimiento obrero, de los sindicatos”, dijo Martín Burgos, director del área de economía del CCC. “Estamos pasando de una grieta mediática a una grieta social. Al igual que ocurrió en los noventa, la gente que quede con trabajo va a tener buenos salarios, sobre todo si el tipo de cambio se sigue apreciando. Pero el gran problema es que las mayorías quedarán excluidas del mercado laboral. Es gente que va a estar precarizada y dispuesta a hacer cualquier tipo de tareas para tener un ingreso. Esto es lo que se viene”.

Mencionó que “los niveles de desempleo van a ubicarse en torno de 10 y 12 por ciento, cifras que son suficientes para que el nuevo Gobierno pueda controlar a los sindicatos. Esta es una suba de la desocupación que forma parte de la estrategia del equipo económico, porque le permite contener la puja distributiva y bajar el poder de negociación de los sindicatos. Una desocupación en 15 o 20 por ciento ya no es útil para la gestión porque implicaría un fuerte descontrol social”.

El investigador del Centro de Innovación de los Trabajadores (Citra-Umet), Pablo Wahren, planteó que la devaluación, el salto del proceso inflacionario y la suba de las tarifas generaron un fuerte impacto en el poder adquisitivo, lo que afectó la demanda local y, por tanto, el nivel de ocupación en el mercado interno. “La idea del Gobierno es que ramas como textiles, calzados, juguetes, entre otros, no son competitivas y deben iniciar un proceso de reconversión. El problema es que estas industrias son mano de obra intensiva, o sea contratan muchos trabajadores, y se pretende reemplazarlas por actividad de servicios que no necesariamente demandan tanto trabajo. El resultado no puede ser otro que mayor desocupación”, advirtió.

“La caída de la actividad se conjugó con la apertura de las importaciones. Entonces no sólo se vende menos sino que lo que se vende es importado. Este es uno de los fenómenos que está potenciando el aumento del desempleo”, precisó Wahren. Sin embargo, adelantó que “la sociedad está más madura. Tras la crisis del 2001, la crisis del neoliberalismo, tiene que haber una respuesta social que le va a poner un freno a la desocupación. Es una sociedad que va a reaccionar mucho antes”.

“El cierre de las industrias, sobre todo las pymes con menos de 50 empleados, está provocando un fuerte aumento del desempleo. Y es un fenómeno que llegó para quedarse, nada hace pensar que vaya a modificarse esta situación”,
dijo la ex viceministra de Trabajo Noemí Rial. Agregó que, “en los últimos años, hubo cierto estancamiento en la creación de nuevos puestos de trabajo, pero ahora directamente se están destruyendo las fuentes de empleo".

Todas las medidas de impulso al primer trabajo, con reducciones en las cargas sociales, son maquillaje. "Lo único que puede dar vuelta este escenario de distorsión laboral es el crecimiento de la economía, pero con las medidas que se vienen tomando no parece que vaya a pasar”. Planteó además que lo que se viene es un incremento de la flexibilización laboral, al estilo de los noventa. “Son todas recetas que ya se probaron y no funcionaron”.

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