No logran reducir los accidentes
Tránsito violento en la Capital: hay un choque con un muerto o herido por hora
Según un informe de siniestralidad vial de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, durante el primer semestre de 2015, hubo 4.556 hechos viales con 45 muertos y 4.842 heridos.
Según un informe de siniestralidad vial de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad indica que, durante el primer semestre de 2015, hubo 4.556 hechos viales con 45 muertos y 4.842 heridos. Y un estudio del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV) refleja que a nivel nacional, en el primer semestre de este año la cantidad de siniestros viales aumentó un 5% con respecto a igual período de 2015; el número de muertos bajó un 4,5% y el de lesionados graves subió un 7%.
“La siniestralidad no va a bajar mientras no se atiendan los problemas medulares, de lo más a lo menos importante. Y hay que enfrentarlos desde la educación, la concientización, el control, la sanción, la infraestructura vial y una legislación adecuada”, sostiene Fabián Pons, del Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM).
Según la Defensoría, el 44% de los muertos fueron motociclistas, el 37,8% peatones, el 8,9% automovilistas y el 4,4% ciclistas. Mientras, los motociclistas representaron el 40% de los heridos, los automovilistas el 24%, los peatones el 22% y los ciclistas el 6,5%. “El crecimiento del uso de la moto es una de las causas para que la siniestralidad vial no baje –dice Pons–. Mueren más motociclistas que peatones, cuando éstos solían ser la franja más vulnerable. Esto pasa porque bajó el uso del casco, por el mal estado de las motos, y porque entran muchas desde Provincia, donde hay mucha laxitud a la hora de dar las licencias para conducirlas”.
El diario Clarín informa que en el primer semestre, ingresaron a la Fiscalía porteña 1.955 casos de conductores con mayor cantidad de alcohol en sangre que la permitida o bajo los efectos de drogas. Los familiares de víctimas impulsan un proyecto de ley que incorpora la figura de conducción temeraria y prevé penas de 3 a 6 años de prisión para los conductores alcoholizados o drogados que atropellen y maten o lesionen. La misma pena se aplicaría a los que huyeron del lugar, excedieron en 30 km/h la velocidad máxima permitida o si pasaron un semáforo en rojo.
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