ROBO DE CELULARES

Se calcula que se roban 5000 celulares por día

La actividad criminal se incrementó en un 15% desde 2014 y genera un comercio ilegal de más de 200 millones de pesos mensuales. Desde el Enacom lanzaron un sistema para saber si un celular es robado.


Se calcula que unos 5.000 teléfonos celulares son robados en la Argentina por día, en el marco de una actividad criminal que se incrementó un 15 por ciento desde 2014 y que genera un comercio ilegal de más de 200 millones de pesos mensuales. Así lo informaron fuentes oficiales y empresariales. La cantidad de los robos fue establecida por el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) que depende del Ministerio de Comunicaciones de la Nación, mientras que el jefe de la División Cibercrimen de la Policía Metropolitana, Carlos Rojas, señaló que "es exponencial al desarrollo de la tecnología y se disparó desde el surgimiento de los smartphones".

"Estos celulares robados están un ciento por ciento en manos de delincuentes" a través de la reventa tanto a usuarios desaprensivos "como a narcotraficantes y secuestradores",
afirmó el comisionado Rojas. Leonardo Rajchert, presidente de la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de Argentina (Catema), explicó que a los "dos millones de robos denunciados al año" hay que sumarles "los teléfonos traídos de contrabando desde países como Chile", lo que le genera un negocio ilegal de "unos doscientos millones de pesos al mes".

Según fuentes policiales, los teléfonos robados son llevados a "laboratorios" en donde modifican sus códigos de Identidad Internacional de Equipo Móvil (llamados IMEI por sus siglas en inglés) mediante dispositivos que alteran su configuración en las redes y los liberan para utilizarlos con otros números de teléfono y volverlos más difíciles de rastrear.

Sin embargo, el Enacom lanzó en abril un sistema informático que permite verificar si el IMEI de un teléfono celular pertenece a una línea denunciada por robo. El sistema "permite el acceso a datos de aparatos perdidos y robados con el fin de asistir en la detección y prevención de robo y fraude de dispositivos móviles". La base de datos es de carácter público y se actualiza con los números de Identidad Internacional de Equipo Móvil (IMEI) pertenecientes a los dispositivos denunciados por robo a las empresas de telefonía.

Según el Enacom, ese IMEI es un código pre-grabado por el fabricante del teléfono móvil que identifica al dispositivo a nivel mundial. Los datos reunidos en el sistema pueden consultarse a través del sitio www.enacom.gob.ar con el número de IMEI de cada dispositivo, que se obtiene marcando *#06# en el teléfono celular.

El ente nacional reconoce que los IMEI de los teléfonos robados, en algunos casos, dependiendo de la marca y modelo del equipo, pueden ser adulterados, y señala que las empresas que detectan estas irregulares, pueden bloquear su uso en las redes de telefonía móvil y el equipo será dado de baja.

Por otro lado, voceros del ente informaron a la agencia Télam que, hasta el 2005, las zonas en donde más se registraban casos de robos, laboratorios y locales de reventa eran los barrios porteños de Retiro, Once, Constitución y Liniers, así como en grandes shoppings y estaciones de trenes del Gran Buenos Aires.

Al respecto, el titular de la División Cibercrimen porteña mencionó que estos lugares "no son sencillos de detectar" y menos aún en la actualidad porque "hace unos años que se diseminaron por todos lados" debido a la expansión de los teléfonos inteligentes. Frente a esta problemática, el Enacom lanzó en abril un sistema informático que permite verificar si un dispositivo fue denunciado por robo, mediante el cual "ya se registraron 96.000 consultas, unas 2.000 por día", detalló Agustín Garzón, gerente general del organismo estatal.

Por su lado, el fiscal a cargo de la Unidad Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci), Horacio Azzolin, consideró que este "es un fenómeno muy grande que no se puede enfrentar si no se atacan las cadenas de sustracción y las de distribución", ya que "si se corta la cadena de valor que tiene el celular robado, se corta el robo de celulares".

"Hay que prevenir con campañas, poner más policías para evitar que haya arrebatadores dando vueltas, vigilar las zonas y comercios donde se revende, investigar las organizaciones que cambian los IMEI y controlar los datos de los teléfonos robados",
opinó Azzolin.

En este sentido, indicó que "si las empresas tuvieran la obligación de verificar la identidad de las personas al momento de comprar un celular, difícilmente podría pasar todo esto"

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