Exigen juicio a cómplices civiles de la dictadura frente a las oficina de Ledesma en la Ciudad

Una movilización hacia las oficinas que la firma Ledesma tiene en la Ciudad de Buenos Aires se realizará mañana para recordar el 40° aniversario de La Noche del Apagón en la provincia de Jujuy, cuando efectivos militares planificaron cortes de luz y secuestraron a cientos de víctimas que, según los testimonios, fueron transportadas en vehículos de la empresa.

A partir de las 14, organizaciones sociales y políticas convocadas por el Comité por la Libertad de Milagro Sala se concentrarán en el Obelisco para marchar hacia las oficinas ubicadas en Corrientes y Reconquista. Allí se leerá un documento en el que se reclamará "cárcel a Blaquier", entonces dueño de la azucarera que en 2013 fuera procesado y beneficiado con la "falta de mérito" por no poder comprobarse "dolo" en los hechos.

Los convocantes también leerán la última carta de la dirigente de la agrupación Tupac Amaru, detenida desde hace seis meses en Jujuy, quien acusó al gobernador Gerardo Morales de "devolverle favores a Blaquier", al referirse a la represión sufrida días atrás por los trabajadores que se encuentran en discusiones paritarias con la firma. Al mismo tiempo, en Jujuy, organizaciones de derechos humanos, sociales y sindicales realizarán como todos los años la "Marcha de los Apagones del Terror de Ledesma", que partirá mañana a las 15 desde Calilegua hacia la plaza central de Libertador, donde se desarrollará el acto de cierre a las 18.30.

Las actividades conmemorativas comenzaron el lunes pasado y continuarán el viernes, con un homenaje al dirigente sindical desaparecido Jorge Weis en el Monolito de la Memoria y a las 18 tendrá lugar la presentación de la escuela Abya Yala en el Centro de Acción Popular Olga Márquez Arédez por los Derechos Humanos (Capoma) en el barrio 9 de Julio de Libertador.

Ente el 20 y el 26 de julio de 1976, en los que fuerzas represivas planificaron cortes de luz en las localidades de Calilegua, Libertador y el Talar y secuestraron a unos 400 trabajadores, estudiantes y profesionales, 30 de los cuales permanecen desaparecidos.