ANTEAYER SE CUMPLIÓ UN AÑO DEL INCENDIO EN FLORES

Encuentran 162 talleres clandestinos en sólo 118 manzanas

A partir de la muerte de Rodrigo y Rolando, tras el incendio en un taler clandestino, se realizaron 518 inspecciones en inmuebles en el polígono de 118 manzanas delimitado por las avenidas Nazca, Juan B. Justo, Segurola y Rivadavia, muy cerca de donde courrió el incendio.

Hace un año, Rodrigo y Rolando Mur murieron dentro del taller textil clandestino donde vivían con sus padres, quienes trabajaban allí. El incendio en el sótano de la calle Páez de Flores desenmascaró las denuncias realizadas por vecinos y organizaciones sociales tiempo antes de la tragedia. A partir de este acontecimiento, el gobierno porteño comenzó a realizar inspecciones.

Un informe reveló que se realizaron 518 talleres clandestinos en el polígono de 118 manzanas delimitado por las avenidas Nazca, Juan B. Justo, Segurola y Rivadavia, muy cerca de Páez 2796, donde se desató el fuego que terminó con la vida de Rolando y Rodrigo. El resultado arrojó que el 90% de los talleres controlados (162 de 182) eran ilegales y presentaban numerosas y graves faltas de seguridad e higiene; había además trabajadores no registrados.

A causa de los operativos se iniciaron 35 causas judiciales en los casos que mostraban indicios de delitos como trata de persona, reducción a la servidumbre y trabajo forzoso o infantil. Los datos surgen de un informe que elaboró la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), al que tuvo acceso el diario La Nación, y que será difundido la semana próxima. Se basó en las inspecciones realizadas desde mayo de 2015 hasta este mes por la Subsecretaría de Fiscalización del Trabajo y de la Seguridad Social, la Dirección General de Protección del Trabajo de la ciudad; la Subsecretaría de Trabajo, Industria y Comercio del Ministerio de Desarrollo Económico porteña, y la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social de la Administración Federal de Ingresos Públicos.

"El resultado de este análisis se comunicará a los poderes Ejecutivo porteño y nacional, a las áreas que tienen competencia en la fiscalización del trabajo", adelantó el responsable de la Protex, Marcelo Colombo. "Es urgente e indispensable corregir el circuito que no les permite a los inspectores cumplir con el rol de policía", agregó.

La reflexión deriva del hecho de que, durante esos 518 operativos, el número de obstrucciones a la inspección fue más alto que la cantidad de talleres clandestinos hallados. En 173 casos, los ocupantes de los domicilios se resistieron a que el lugar fuera controlado, lo que representa el 33,4% del total, mientras que los talleres ilegales descubiertos fueron el 31,3%.

Por otro lado, las más de 500 inspecciones también apuntaban a determinar la cantidad de empleados de los talleres clandestinos. En el 58% de los casos se encontraron trabajadores, en su mayoría extranjeros, que no contaban con documentos y que no sabían cuánto dinero recibían por su labor. Estas situaciones derivaron en la apertura de causas judiciales.

Según datos de La Alameda, el 78% de las prendas fabricadas en el país se realiza en establecimientos clandestinos. Lo admite la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI). Otros resultados de la inspección Reunir los datos demandó varios meses 99 clausuras Tras las 518 inspecciones que se realizaron en distintos inmuebles, casi un centenar de talleres fueron cerrados. Otros 63 no tenían anomalías graves.


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