Luego del desalojo de los manteros, la Policía custodia la avenida Avellaneda

Un enorme operativo policial impidió ayer que miles de manteros se instalen en las veredas de la avenida Avellaneda, en el límite entre los barrios de Flores y Floresta. Allí de lunes a sábados,  unos 1.300 manteros despliegan sus carros y sus bultos con todo tipo de mercadería en la vía pública: ropa, calzados, herramientas, tejidos, bijouterie, carteras y anteojos, entre muchas otras cosas.

Pero ayer, los primeros en llegar fueron sorprendidos por agentes de la Metropolitana y de la Policía Federal que no les permitieron desembarcar en el lugar. Aunque hubo momentos de tensión –con enfrentamientos, especialmente con los manteros de origen africano–, con el paso de las horas el ambiente se fue tranquilizando. Ya para el mediodía casi no había manteros en la zona. Sólo 107 aceptaron la propuesta del Gobierno porteño para trasladarse a un galpón ubicado en Perón al 3000, a metros de la estación de trenes de Once. Pero el resto no quiso censarse; consideran que sus potenciales clientes están en la calle, en sitios por donde pasan miles de personas.

Este operativo fue ordenado por el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad. Ya en enero se habían allanado por la zona 26 depósitos de mercadería ilegal; sin embargo, los manteros volvieron a la calle: “Por primera vez, con la Federal ya traspasada a la Ciudad, contamos con una respuesta adecuada”, dijo Luis Cevasco, el fiscal general porteño.

Según informaron desde el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, dos turnos de 250 agentes continuarán haciendo guardias sobre la avenida y en algunas calles adyacentes: “La idea es mantener un operativo similar al de Caballito. Los efectivos van a permanecer el tiempo que sea necesario para garantizar la no ocupación del espacio público”, explicaron.