Más críticas de la Auditoría por las compras en el subte

Un informe de la auditoría porteña refleja que la compra de subterráneos al metro de Madrid para utilizarlos en la línea B fue aún peor de lo que se suponía. Se sabía que la adquisición de esos coches antiguos resultó más cara para la Ciudad que si se tratara de vagones a estrenar, pero hubo nuevas revelaciones. “Se verifica una comparación con precios de plaza cuya fuente no se consigna, y tampoco se agregaron cotizaciones suministradas por los posibles proveedores con cuyos precios de mercadería se efectuó la relación”, puede leerse en el texto que de 123 páginas, aprobado por los auditores del PRO, el kirchnerismo y la Coalición Cívica que contiene críticas a la actuación de SBASE, la sociedad estatal a cargo de la administración de los subtes conducida por Juan Pablo Piccardo.

“Se verifica una comparación con precios de plaza cuya fuente no se consigna, y tampoco se agregaron cotizaciones suministradas por los posibles proveedores..."

 

El informe hace hincapié en las irregularidades que el cuerpo de auditores encontró en el proceso de adquisición de los vagones. Según se desprende del análisis, tanto la “estimación de costos” como la “fundamentación de la conveniencia de la compra” fueron “insuficientes” y no cumplieron con el dictamen de la Procuración General porteña que exigía a SBASE que “justificara la contratación” y que “verificara la razonabilidad de los precios finales” antes de comprar los coches.

“Fue como mínimo una chantada, creyendo que hubo buena fe por parte de las autoridades de SBASE. Fue una compra desastrosa, a esta altura del campeonato uno empieza a sospechar si no hay un negociado detrás”, se preguntó el Secretario General de los Metrodelegados Roberto Pianelli en declaraciones a Nueva Ciudad.

“Fue como mínimo una chantada, creyendo que hubo buena fe por parte de las autoridades de SBASE. Fue una compra desastrosa, a esta altura del campeonato uno empieza a sospechar si no hay un negociado detrás”, se preguntó el Secretario General de los Metrodelegados Roberto Pianelli en declaraciones a Nueva Ciudad.

“Insuficiente estimación de costos y análisis de obsolescencia y de vida útil”, es otro de los ítems críticos que figura en el informe. “Tampoco se incluyeron los gastos de nacionalización, transportes, seguros e impuestos”, puede leerse en el texto. “No se ha efectuado un análisis de sustentabilidad de la flota adquirida, ni tampoco se ha llevado a cabo el estudio del consumo y ahorro energético de los coches, ni lo relativo al ciclo de vida con una proyección que sopese las condiciones de los coches ya usados y el futuro de los mismos”, concluye respecto a la compra de los coches madrileños.