Cooperativas de cartoneros reclaman los Centros Verdes

Cartonear es una vieja actividad que se "revalorizó" en el 2002 cuando 40.000 hombres y mujeres comenzaron a recorrer la Ciudad para vivir de la basura. Con la conformación del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), que agrupa a más de 2000 cartoneros de Capital Federal y el conurbano, se logro que el Estado porteño los reconozca como recicladores urbanos.

Sin embargo, los reclamos laborales continúan hasta el día de hoy. En enero del 2013, 12 cooperativas de recuperadores urbanos ganaron la licitación para encargarse de clasificar los materiales separados y a venderlos a distintas empresas que los reciclan y los convierten en nuevas materias primas. Las cooperativas se reparten diferentes zonas de la Ciudad.

Armando, un trabajador de la cooperativa Reciclando Trabajo y Dignidad, habló con Nueva Ciudad y denunció: “Nunca conseguimos que nos dieran el Centro Verde ni el equipamiento adecuado, únicamente conseguimos un camión a comodato, que es como prestado. Nuestra situación siempre fue precaria”.

Los centros verdes son espacios de trabajo comunitario en los que las cooperativas de recicladores clasifican los materiales y los comercializan para ser reintroducidos en la industria. La cooperativa ganó la adjudicación de la zona 8 que comprende gran parte de Comuna 4 y pertenece a la Confederación de Trabajadores Desocupados y Excluídos (CETEP) y es parte del movimiento cartonero.

“El movimiento cartonero en general esta bastante golpeado y con una especie de vaciamiento por parte del gobierno de la Ciudad”, indicó Armando y agregó que “todo parecería demostrar que no les interesa el trabajo de las cooperativas e este tema”. El Centro Verde nunca llegó para la cooperativa donde trabaja Armando y lo resolvieron alquilando un galpón. “Con el temor de que nos acusen de incumplimiento de contrato, decidimos continuar pagando un alquieler para mantener la fuente de trabajo”, explicó Armando. Esta situación les quita la posibilidad de generar nuevos puestos laborales o tener mejoras salariales.

Aunque también denuncian que no se puede “trabajar como corresponde porque junto con el Centro Verde viene la prensa, materiales de cartón para agregar valor al producto, una cinta para que los compañeros desclasifiquen; nada de eso se consiguió”, denunció el reciclador urbano.

Armando denunció también que otras cooperativas sufren problemas de infraestructura. “El Centro Verde e Barracas está sin terminar, opera sin terminar la construcción, el que está en Núñez tuvo problemas de diagramación”, detalló Armando, quien aseguró que el resto de los centros verdes fueron autogestionados para no perder el contrato, como es su caso que alquilan un galpón.

“La lucha cartonera dio resultado porque antes Macri veía al cartonero como algo sucio que favorecía a la delincuencia y afeaba las calles y eso se revirtió. No tuvieron más remedio que reconocer que somos parte de la solución no del problema”, explicó Armando. Sin embargo, “lo que no hay es una política de estado firme que realmente involucre a los cartoneros como un actor importantísimo en lo que es el reciclado porque disminuye la cantidad de toneladas que van al relleno sanitario”, concluyó.