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- 18.03.2016
CIUDAD
El Gobierno porteño presentaría el proyecto de la “Autopista Ribereña”
El Gobierno porteño estaría ultimando los detalles para la presentación. Unirá las autopistas Illia y Buenos Aires-La Plata. Costaría U$D 400 millones.
Por ahora, la Jefatura de Gobierno maneja el proyecto con estricta reserva hasta que finalicen los estudios de impacto ambiental. El anuncio se realizaría muy pronto. Posiblemente se trate de la mayor obra de infraestructura que la gestión Rodríguez Larreta dejé para la posteridad.
Según publicó Diario Z, el modelo más probable sería el de traza de “semi trinchera” que correría paralela entre la avenida Huergo y las vías del ferrocarril. De acuerdo a las fuentes consultadas, el empalme en la zona norte no afectará a la Villa 31, como se barajó en un principio, aunque se lo sigue considerando uno de los puntos “críticos” del proyecto.
El otro son los estacionamientos, que sí se verían afectados y eso genera tensiones con los dueños de los restoranes de Puerto Madero. El costo final para la construcción de este tramo de 7.5 kilómetros de extensión sería de U$D 400 millones, financiados a través de la emisión de un bono.
En el camino quedaron propuestas que triplicaban ese presupuesto y Mauricio Macri vetó apenas asumió la presidencia. La construcción estará a cargo de AUSA, mientras que la Corporación Antiguo Puerto Madero aportó el know how en la elaboración del proyecto.
“La construcción en semi trinchera parece ser la alternativa más razonable”, opina Guillermo Tella, coordinador de la licenciatura en Urbanismo de la Universidad Nacional de General Sarmiento, consultado por Diario Z. Semi trinchera significa que la autopista correrá a unos tres metros de profundidad, lo cual facilita la construcción, las salidas a las calles aledañas y es menos ruidosa.
“Una construcción en trinchera implica mayor profundidad: amplifica los ruidos y tiene otras complicaciones, porque afectaría el radio antiguo de cloacas y pluviales del casco histórico, que datan del siglo XIX”, continúa Tella. Según el urbanista, la construcción de una autopista en altura significaría una “fractura” de la ciudad y el soterramiento, una obra “faraónica”. La construcción de este tramo fue contemplado en todos los planes de la Ciudad, al menos desde 1962 en adelante.
Permitiría unir Avellaneda con Vicente López en 12 minutos y aliviar el tránsito en el centro porteño, especialmente el de camiones. En 1983, la obra se adjudicó incluida en la concesión de la autopista Buenos Aires – La Plata. Sin embargo, nunca se construyó. Con el correr de los años, se descartó su construcción en límite de la Reserva Ecológica por el alto impacto ambiental que tendría. Ya en los años 90, la construcción de la “autopista ribereña” entró en colisión con el alza inmobiliaria de Puerto Madero.
En julio de 2014, la entonces presidente Cristina Fernández y el entonces Jefe de Gobierno Mauricio Macri encomendaron a la Corporación Antiguo Puerto Madero la elaboración de una propuesta. Ambos albergaban la esperanza de hacer el anuncio antes de finales de aquel año, pero entonces sobrevino la enésima postergación.
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