Memoria, Verdad y Justicia

Concluyó el Encuentro Nacional sobre los sitios de Memoria

En los últimos 12 años se constituyeron como espacios para los derechos humnanos 32 centros clandestinos y se señalizaron 219 lugares.


Se realizó ayer el cierre de las jornada del III Encuentro de la Red Federal de Sitios de Memoria. La mesa recordó el mensaje de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la apertura del Museo del Sitio ESMA, ex Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio. “No tenemos que esperar que nos proteja un presidente o una presidenta”, dijo entonces.

“Es el pueblo el que tiene que empoderarse de su propia historia, es el pueblo el que se tiene que hacerse cargo de las cosas que nos pasaron, de las tragedias y de las victorias, porque hoy aquí hay una victoria de la vida sobre la muerte”, proseguía su discurso.

El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, y el secretario del área de la provincia de Buenos Aires, Guido Carlotto fueron los encargados de conducir el cierre. Con el eje puesto en el próximo aniversario de los 40 años del golpe, el contexto de transición política y la convicción de la necesidad de profundizar estas políticas, dieron el tono de “llamamiento” al documento de clausura producido por quienes llegaron de todo el país: “Llamamos al conjunto de las fuerzas democráticas –señaló el documento– a comprometerse activamente en la consolidación de las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia”.

Entre 1976 y 1983 existieron en el país más de 600 lugares ilegales de detención. Hasta 2003, sólo dos se habían recuperado y convertido en Sitios de Memoria: El Atlético, en la ciudad de Buenos Aires, y Mansión Seré, en Morón. Un amparo de los organismos de derechos humanos en la Justicia impidió la demolición de la ESMA impulsada en los 90.

Entre 2003 y 2015, se recuperaron otros 32 centros de detenciones ilegales como Sitios de Memoria. Y fueron 219 las señalizaciones realizadas, la mayor parte de ellas con los muy notorios pilares de Memoria, Verdad y Justicia pensados como enormes interpelaciones callejeras.

Los sitios son un punto de referencia en distintos lugares del país, articulan con organizaciones sociales y políticas y con los barrios. Están pensados como herramientas pedagógicas para las escuelas, como áreas de investigación y centros de difusión de lo que el kirchnerismo menciona como la agenda de ampliación de derechos. La sanción de la ley 26.691 del año 2011 dio institucionalidad a esa práctica. Y ese dato también quedó escrito en el documento emitido en las jornadas.

En la apertura de las jornadas estuvieron Fresneda, la ministra de Cultura, Teresa Parodi; el viceministro de Educación, Jaime Perczyk, y presidente de la Comisión Nacional de Monumentos, Jaime Sorin. El cierre reunió a Fresneda y Guido Carlotto. Las palabras de Fresneda tuvieron tono de balance y despedida. Saludó a Carlotto con el “gusto de compartir el espacio” con quien “seguro” podría sucederlo. Habló del rol de la secretaría en la cristalización de políticas de Estado, de Néstor Kirchner y Eduardo Luis Duhalde. “Estamos viviendo un sueño”, declaró. Y explicó que estas políticas no tienen que ver con resolver el pasado, sino con la vida y el futuro. “

Luego de enumerar logros y desafíos en la provincia, Carlotto fue más descarnado sobre “el peso que tenemos en nuestras espaldas”. “No estamos jugando un ministerio o un presidente, definimos un modelo de país”, dijo. “Hoy tienen un candidato que pertenece a ellos, no porque lo manden sino porque pertenece a la cuna de la oligarquía: a esos 20 apellidos famosos de la Argentina, los Pérez Companc, los Bunge y Born, los Fortabat, los Macri”.

Y más provocativo: “Y sí, es la verdad. Voy a decir que vos sos amigo de los milicos, amigo de los torturadores. Que te hiciste el distraído durante la dictadura. Que jamás hiciste una política de derechos humanos coherente en la Ciudad de Buenos Aires. Que no tienen la más mínima intención de profundizar nada. ¡Hay que decirlo! Y eso no es miedo, que yo sepa, es una verdad. No estoy diciendo que Macri es Drácula o Frankenstein. Estamos diciendo sólo lo que quiere hacer con nuestro país y esa sí es una película de terror”.  


COMENTARIOS