• 21.10.2015

Arte ambulante

Peligra el proyecto que busca reconocer a los artistas callejeros en la ciudad

La legislatura porteña debe tratar el proyecto antes de diciembre o la iniciativa podría caerse y perjudicar a 1250 artists ambulantes.

El proyecto que despenaliza las expresiones artísicas en la calle o medios de transporte está a punto de perder la posibilidad de convertirse en ley si la Legislatura porteña no lo trata antes de diciembre, lo que perjudicaría a unos 1250 artistas ambulantes de la ciudad de Buenos Aires que denuncian permanentes atropellos en la vía pública por parte del gobierno y la policía.

Músicos, payasos, malabaristas, actores y bailarines que trabajan en plazas, y espacios públicos de la Ciudad aseguraron que desde el traspaso de la Policía Federal a la Metropolitana "se incrementó la persecución" y temen que "sin la ley se agravará". 
La presidenta del bloque del Frente para la Victoria en la Legislatura porteña, Gabriela Alegre, fue la redactora del proyecto que ingresó en 2012 y ahora está a punto de perder estado parlamentario, pese a que había conseguido respaldo de varios bloques.

"Sin ley que nos proteja, el gobierno porteño nos echa amparándose en decretos de los años '90 que nos relacionan con 'ruido molesto', desconociendo el artículo 32 de la Constitución porteña, que garantiza la democracia cultural, asegura la libre expresión artística y prohíbe toda censura", dijo a Télam Alejandro Cabrera Britos, quien como saxofonista callejero integra el Frente de Artistas Ambulantes Organizados (FAAO).

Uno de esos decretos, el 1.239 del año 1993, establece que "podrán realizarse actividades artísticas en las plazas públicas y paseos de todo el territorio de la Ciudad, siempre que no produzcan deterioros en los espacios que utilicen". 

"Esto les da amparo legal para echarnos, como hacen con el decreto 2.204, de 1990, que dictó (el ex intendente porteño) Carlos Grosso, que prohíbe las actividades de músicos ambulantes, actores, mimos y otros similares en el área del microcentro de esta Ciudad", sostuvo el saxofonista. 

Estos decretos, añadió Cabrea Britos, "chocan con la ley 1.540 de Control de Contaminación Acústica, reglamentada en 2007, que delimita los máximos de vibraciones permitidas y las áreas de sensibilidad acústica, lo que utilizan para ponernos contravenciones". 

En el mismo sentido, Ramiro Fernández, guitarrista y cantante en el subte Línea A, dijo a Télam que el máximo nivel de sonido permitido por ley son 80 decibeles "muy por encima" de lo que generan ellos.

"Nuestro nivel acústico es inexistente al lado del ruido que causan las formaciones de la Línea E (de subte), por ejemplo, que sí es insalubre", comparó.
"Si nuestros sonidos están permitidos por la ley 1.540, entonces no habría razón para que nos quiten los instrumentos y amplificadores, lo que me ocurrió a mí ni bien fue el traspaso de la policía porteña, cuando la Policía Metropolitana quiso secuestrarme el equipo", dijo Fernández, que logró evitar el decomiso porque sabe como manejarse ante esto que consideró "un atropello". 

Por ese motivo, la FAAO elaboró un manual para el artista ambulante que brinda una serie de pautas para defenderse en la calle. 
"Ser artista ambulante no es -en mi caso al menos- un rebusque que tengo por no poder tocar en otro lugar. Para mí el arte en la calle es mi elección, lo hago porque me da muchas cosas como artista", consideró el guitarrista. 

"El encuentro que se da en la calle es espontáneo, libre y abierto, y contrariamente a lo que nos dicen los policías cuando nos echan, con el pretexto de que a la gente les molesta lo que hacemos, la respuesta de las personas es hermosa. A mí me agradecen todo el tiempo lo que hago", recalcó. 

El diputado de Nuevo Encuentro, Edgardo Forn, vicepresidente de la Comisión de Cultura de la Legislatura, dijo a Télam que "está pendiente una ley que contemple el derecho a trabajar de los artistas ambulantes" y que seguramente si en estos días no se trata el proyecto actual, "habrá que seguir trabajando para lograrlo". 

Los artistas aseguran que la presidenta de esa Comisión desde 2013, Lía Rueda (PRO), "no hizo prosperar la iniciativa y ahora el proyecto tiene pocos días para conseguir que se trate, aunque contaba con el respaldo de varios bloques". 

En su artículo 7, el proyecto plantea que los elementos, herramientas e instrumentos de trabajo no pueden "ser secuestrados, retenidos o decomisados por autoridades públicas bajo ninguna circunstancia", y además, propone la creación de un espacio de difusión en el sitio web del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Sólo en la Ciudad de Buenos Aires hay 1.000 artistas haciendo arte en plazas, parques, esquinas y medios de transporte y unos 250 más que trabajando en forma itinerante, es decir circulando en forma permanente, según un relevamiento de FAAO. 

Los artistas son alrededor de 15.000 en todo el país y se concentran en grandes ciudades, como Rosario, Santa Fe, Córdoba, y en balnearios de la Costa Atlántica.

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