Autoridades de la UBA dicen que es "crucial" dar información sobre la boleta electrónica

La Universidad de Buenos Aires señaló la importancia de que el sistema que se implementará por primera vez en las elecciones porteñas del 5 de julio sea "apropiadamente difundido para el conocimiento" de los electores.

Así se afirma en una auditoría realizada por el departamento de computación de la facultad de Ciencias Exactas de la UBA, a pedido del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la ciudad, con vistas a los comicios del próximo 5 de julio.

Según el informe, "no se han detectado problemas graves" en el sistema "ni indicios de que las observaciones que se describen puedan causar inconvenientes insalvables el día de la elección".

Pero advierte que "es crucial para el correcto funcionamiento del sistema en formal global que las autoridades de mesa, delegados judiciales y demás responsables de los comicios sigan los procedimientos aprobados por el TSJ y que el mecanismo de votación sea apropiadamente difundido para el conocimiento de los electores".

La facultad informó que la empresa MSA -contratada por el gobierno porteño para proveer el sistema- entregó el "código fuente" del sistema para ser auditado, un reclamo que había hecho -entre otros- el candidato a jefe de Gobierno de ECO, Martín Lousteau.

Según destaca la auditoría, "el mayor resguardo del sistema consiste en los mecanismos de control existentes que son externos a la solución tecnológica" y precisa que "los principales auditores de los comicios siguen siendo tanto los fiscales de las agrupaciones políticas como los mismos electores".

Como fortaleza del sistema, la UBA señaló que las máquinas utilizadas para imprimir la BUE "no guardan información de la selección del elector", lo cual diferencia el sistema al del voto electrónico, rechazado en otros países.

"Una vez que las opciones elegidas se confirman, las mismas se imprimen y graban en la BUE y acto seguido, se borra de la memoria volátil de la máquina", según precisa el informe de la facultad de Ciencias Exactas y añade que es el propio elector quien "puede comprobar fisícamente en el momento el contenido de la BUE".

La empresa nombró un responsable técnico que fue respondiendo las consultas de la universidad, para quien "si bien las respuestas fueron satisfactorias, no suplen por completo el hecho de que la documentación existente no es exhaustiva ni sigue plenamente las reglas del arte para documentar software".

Entre las debilidades del sistema, el informe dice que "los defectos en la documentación (presentada por la empresa) representan un punto débil a observar en el software que dificulta no sólo la auditabilidad del mismo, sino también el mantenimiento y evolución".

Por último, la auditoría incluye algunas observaciones al sistema de la BUE, que -según indica- "si bien no son errores en sí mismos podrían serlo en determinados contextos".


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