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- 23.05.2015
“El estado debe trabajar en la descentralización de la Ciudad”
Leandro Santoro es candidato a vicejefe de Gobierno por el Frente para la Victoria (FPV). Es licenciado en Ciencias Políticas y docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Además, es el principal referente de la agrupación radical “Los Irrompibles” y ex presidente de la juventud de la UCR porteña.
En diálogo con Nueva Ciudad, Santoro habló de las diferencias que hay entre el macrismo y kirchnerismo, el acuerdo entre el PRO y el radicalismo y la necesidad de descentralizar la Ciudad y darle poder a las comunas.
Por Luisina Fuentes
¿Qué críticas le hace a la gestión del PRO?
En términos de la visión de Ciudad, los proyectos del Frente para la Victoria y el PRO son proyectos completamente distintos. Una cosa es darle poder a la democracia, a la política, al ciudadano, y otra cosa es darle poder de decisión a las corporaciones. Cuando se analiza la planificación urbana uno se da cuenta que los negocios inmobiliarios en la Ciudad de Buenos Aires determinan qué se construye y cómo, por eso no hay viviendas sociales ni entidades participativas de planificación que cumplan funciones reales como el presupuesto participativo o el plan estratégico de la Ciudad. Sin embargo tienen influencia, por ejemplo, a la hora de definir la morfología de la Ciudad es mucho más fuerte que lo que opina la Sociedad Central de Arquitectos.
¿Mediante qué políticas se llevarán a cabo las propuestas populares para la democracia participativa?
Lo que el estado debería hacer primero es discutir, en serio, la descentralización de la Ciudad de Buenos Aires, ese es el punto clave. (Mauricio) Macri lo que hizo fue desconcentrar algunos servicios pero no descentralizó ni les dio poder a las comunas. La clave de la democracia participativa pasa por darle poder a las organizaciones justamente de base y eso es presupuesto participativo, elaboración participativa de normas. El punto central es darle poder al ciudadano a través de distintos mecanismos y vincular más los consejos consultivos de los CGP dándoles poder financiero y político. Hay que repensar todo el modelo institucional.
¿Por qué cree que el radicalismo hizo un acuerdo con el PRO para estas elecciones?
El radicalismo acuerda con el PRO básicamente porque piensa lo mismo. La convicción nacional del radicalismo tiene una visión similar de país y de Ciudad, entonces no hay grandes diferencias. El PRO le resuelve muchos problemas: el del candidato, el del financiamiento y el del blindaje e instalación mediática donde el radicalismo estaba teniendo serios problemas en la mayoría de los núcleos urbanos, como Capital Federal, Rosario, Mar del Plata.
¿Qué rasgos del radicalismo sí le gustaría trasladar al Frente para la Victoria?
El tema de la descentralización ya era bandera del radicalismo, justamente, se impulsa en la gestión de Enrique Olivera y es una de las banderas que inclusive se sostiene mucho antes de que el PT las levantara en Porto Alegre. El concepto de la democracia participativa de vincular al ciudadano con la toma de decisiones es un concepto que hace a la complementación de la idea de democracia política como un concepto más amplio. Tiene que ver con esa raíz filosófica nuestra de involucrar a la gente con su poder de ciudadano, o mejor dicho al elector como un ciudadano y no solamente como un usuario de servicios.
¿Qué aspectos del Frente para la Victoria destacó para sumarse al proyecto que encabeza Mariano Recalde en la Ciudad?
El punto es el sujeto político que ellos convocaron. El Frente para la Victoria logró repolitizar un sector de la juventud, recomprometer un sector de la intelectualidad y lograron movilizar un sector importante de la sociedad civil que tenía cierta mirada pasiva. Me parece que el sujeto político, constituido por los tipos que piensan, que laburan, que estudian, digamos, es lo más interesante que tiene el kirchnerismo. La construcción social y política me parece lo más atractivo que tiene el proyecto y es lo que te permite pensar más allá de un período electoral e incluso de un período ideológico. Te da la posibilidad de pensar cosas que perduren en el tiempo.
¿Son las políticas sociales las que lo diferencian de espacios como ECO y el PRO?
En términos de la mirada ideológicos, por supuesto. Es el lugar de la política frente al lugar de las corporaciones. El kirchnerismo lo que hizo fue recuperar el rol de la política y le permitió ocupar un espacio que antes había ocupado el mercado. Por eso la reivindicación de lo público, de lo estatal, de la participación política, versus la idea de un ciudadano pasivo, una democracia delegativa, un estado que gerencia pero que no gobierna, una mirada complaciente con las corporaciones de la Ciudad, donde son ellos que definen cuáles son las prioridades y que no se las controla.
En diálogo con Nueva Ciudad, Santoro habló de las diferencias que hay entre el macrismo y kirchnerismo, el acuerdo entre el PRO y el radicalismo y la necesidad de descentralizar la Ciudad y darle poder a las comunas.
Por Luisina Fuentes
¿Qué críticas le hace a la gestión del PRO?
En términos de la visión de Ciudad, los proyectos del Frente para la Victoria y el PRO son proyectos completamente distintos. Una cosa es darle poder a la democracia, a la política, al ciudadano, y otra cosa es darle poder de decisión a las corporaciones. Cuando se analiza la planificación urbana uno se da cuenta que los negocios inmobiliarios en la Ciudad de Buenos Aires determinan qué se construye y cómo, por eso no hay viviendas sociales ni entidades participativas de planificación que cumplan funciones reales como el presupuesto participativo o el plan estratégico de la Ciudad. Sin embargo tienen influencia, por ejemplo, a la hora de definir la morfología de la Ciudad es mucho más fuerte que lo que opina la Sociedad Central de Arquitectos.
¿Mediante qué políticas se llevarán a cabo las propuestas populares para la democracia participativa?
Lo que el estado debería hacer primero es discutir, en serio, la descentralización de la Ciudad de Buenos Aires, ese es el punto clave. (Mauricio) Macri lo que hizo fue desconcentrar algunos servicios pero no descentralizó ni les dio poder a las comunas. La clave de la democracia participativa pasa por darle poder a las organizaciones justamente de base y eso es presupuesto participativo, elaboración participativa de normas. El punto central es darle poder al ciudadano a través de distintos mecanismos y vincular más los consejos consultivos de los CGP dándoles poder financiero y político. Hay que repensar todo el modelo institucional.
¿Por qué cree que el radicalismo hizo un acuerdo con el PRO para estas elecciones?
El radicalismo acuerda con el PRO básicamente porque piensa lo mismo. La convicción nacional del radicalismo tiene una visión similar de país y de Ciudad, entonces no hay grandes diferencias. El PRO le resuelve muchos problemas: el del candidato, el del financiamiento y el del blindaje e instalación mediática donde el radicalismo estaba teniendo serios problemas en la mayoría de los núcleos urbanos, como Capital Federal, Rosario, Mar del Plata.
¿Qué rasgos del radicalismo sí le gustaría trasladar al Frente para la Victoria?
El tema de la descentralización ya era bandera del radicalismo, justamente, se impulsa en la gestión de Enrique Olivera y es una de las banderas que inclusive se sostiene mucho antes de que el PT las levantara en Porto Alegre. El concepto de la democracia participativa de vincular al ciudadano con la toma de decisiones es un concepto que hace a la complementación de la idea de democracia política como un concepto más amplio. Tiene que ver con esa raíz filosófica nuestra de involucrar a la gente con su poder de ciudadano, o mejor dicho al elector como un ciudadano y no solamente como un usuario de servicios.
¿Qué aspectos del Frente para la Victoria destacó para sumarse al proyecto que encabeza Mariano Recalde en la Ciudad?
El punto es el sujeto político que ellos convocaron. El Frente para la Victoria logró repolitizar un sector de la juventud, recomprometer un sector de la intelectualidad y lograron movilizar un sector importante de la sociedad civil que tenía cierta mirada pasiva. Me parece que el sujeto político, constituido por los tipos que piensan, que laburan, que estudian, digamos, es lo más interesante que tiene el kirchnerismo. La construcción social y política me parece lo más atractivo que tiene el proyecto y es lo que te permite pensar más allá de un período electoral e incluso de un período ideológico. Te da la posibilidad de pensar cosas que perduren en el tiempo.
¿Son las políticas sociales las que lo diferencian de espacios como ECO y el PRO?
En términos de la mirada ideológicos, por supuesto. Es el lugar de la política frente al lugar de las corporaciones. El kirchnerismo lo que hizo fue recuperar el rol de la política y le permitió ocupar un espacio que antes había ocupado el mercado. Por eso la reivindicación de lo público, de lo estatal, de la participación política, versus la idea de un ciudadano pasivo, una democracia delegativa, un estado que gerencia pero que no gobierna, una mirada complaciente con las corporaciones de la Ciudad, donde son ellos que definen cuáles son las prioridades y que no se las controla.
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