El Poder Judicial cerró una calle en Retiro

El Poder Judicial cerró una calle en Retiro y dejó sin acceso a una escuela de la Villa 31 para construir una playa de estacionamiento.

En el edificio de Comodoro Py del barrio de Retiro, el Poder Judicial cerró una calle y dejó sin acceso a una escuela de la Villa 31 para construir una playa de estacionamiento para uso exclusivo de jueces y fiscales.

Las autoridades de la Escuela de Educación Media Nº 6 Padre Carlos Mugica, del Distrito Escolar Nº 1, presentaron ante la Justicia Nacional en lo Correccional un escrito en el que exigen a las autoridades del Poder Judicial que sea abierta nuevamente a la libre circulación la calle Letonia, en el barrio de Retiro, que corre paralela a las calles Comodoro Py e Inmigrantes, y que desde febrero de este año fue cerrada al paso.

Esa calle, de tan sólo dos cuadras de largo, se encuentra interrumpida en la mitad. Fue cortada sin consulta previa a la dirección del colegio secundario, que tiene dos turnos y cuya población se compone en un 80% por jóvenes que viven en la contigua Villa 31. Desde que la calle fue cerrada con un vallado, sólo pueden circulan por detrás de él los funcionarios judiciales, que dejan a unos pocos metros sus autos particulares. En los tribunales de Comodoro Py tienen asiento los juzgados federales de primera instancia, las dos salas de la Cámara en lo Criminal y Correccional Federal y las cuatro de la Cámara Federal de Casación.

La primera reja que bordea la vereda del colegio sobre la calle Letonia, fue colocada hace diez años, para preservar el ingreso a Tribunales de funcionarios públicos y de jueces, y para restringir el acceso de los medios de comunicación. Pero ahora la verja se extiende sobre la vereda, impidiéndoles a estudiantes y docentes salir hacia la plaza del fondo, en perpendicular a Letonia, además de entorpecer las salidas y entradas de emergencia.

En diálogo con Tiempo Argentino, la preceptora Verónica Filipo, delegada de UTE, señaló: "Nuestra escuela es muy precaria, tenemos techos de chapa, piso de cemento, problemas con desagües, poca calefacción, falta de aulas. Y ahora se suma una situación bastante complicada. Cuando volvimos de las vacaciones nos encontramos que la calle donde termina la escuela había sido bloqueada con rejas y las puertas y portones que se abrían en caso de una emergencia fueron cerrados con candados. Estamos virtualmente encerrados. En este pasillo de 150 metros de largo, que da a la Avenida Antártida Argentina, frente a la terminal de ómnibus de Retiro".

El nuevo bloqueo acentuó el que ya existía. Antes el eventual ingreso de una ambulancia o de un camión de bomberos estaba dificultado pero hoy directamente es imposible: desde las 17 hs los tribunales están vacíos mientras que el último docente en irse del colegio lo hace cerca de las 23 hs. Si se produjera un incendio en la cocina del colegio, por ejemplo, o en la escuela primaria, que está en el medio del corredor, las personas que están en el fondo de la escuela no tendrían ninguna alternativa de escape.

El colegio secundario tiene turnos mañana y vespertino, y asisten en total 450 chicos y 150 docentes. La institución funciona en un edificio, de una sola planta, que se extiende sobre la calle Letonia y está dividido en varios espacios distintos donde funcionan, además de la escuela media, el Jardín de Infantes Común N°5 D. E. 1, al principio de la cuadra, casi en la esquina de la Av. Antártida Argentina; la escuela primaria N° 25 D. E. 1; el Centro N° 10 del Programa de Alfabetización, Educación Básica y Trabajo (PAEByT); el Centro de Salud Comunitaria (CeSAC) N° 25; y los Programas Club de Jóvenes, y de Orquestas Infantiles y Juveniles de la Ciudad de Buenos Aires.

La situación ya había sido puesta de manifiesto por la directora del colegio en diciembre de 2014 ante la Cámara Nacional de Casación Penal y a finales de febrero de este año ante la Supervisión Región 1 del Ministerio de Educación de la Ciudad, pero al día de hoy no obtuvo respuesta.

La última posibilidad que intentaron las autoridades del colegio fue dirigirse a las oficinas que el Programa de Acceso Comunitario a la Justicia del Ministerio Público Fiscal de la Nación. Ante los funcionarios de la agencia ATAJO (Agencia Territorial de Acceso a la Justicia), la directora Myrna Tamer relató el problema, que quedó asentado en un acta, que luego fue presentada ante autoridades judiciales.

"Estamos virtualmente encerrados. En este pasillo de 150 metros de largo, que da a la Avenida Antártida Argentina, frente a la terminal de ómnibus de Retiro, nosotros estamos al final. Y esto no es todo: de noche esto es una boca de lobo, no hay iluminación, el semáforo de la avenida no funciona, es un peligro cruzar", advierte la preceptora.

La presentación judicial dio origen a la causa Nº 20788/15, en trámite ante el juzgado Nacional en lo Correccional Nº 10, a cargo del juez Omar Osvaldo Fente. Interviene la Fiscalía Nº 10 del mismo fuero, cuya titular es la doctora Laura Belloqui. De acuerdo a lo normado por el artículo 196 bis del CPPN, la instrucción fue delegada en la fiscalía. En el escrito, al que fueron adjuntadas fotografías que testimonian el apremio de la situación, las autoridades del colegio sólo solicitan que "con carácter urgente, se reabran los accesos con el objetivo de utilizarlos en el caso de una emergencia".

Hasta que fue interrumpido por el vallado que corta la vereda, los jóvenes utilizaban el descampado que se extiende desde donde termina el colegio hasta el monumento de los "Trabajadores del Ferrocarril del Estado a la Enseña Patria", para esparcimiento en las horas libres, especialmente durante el verano. Ahora ese enorme monumento, erigido hace varias décadas, sólo puede ser admirado por los funcionarios judiciales. Y el descampado, que los estudiantes convertían en una plaza, cambió por una exclusiva playa de estacionamiento para jueces, fiscales y camaristas federales.


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