Un condenado por el crimen de Mariano Ferreyra recurre a la CIDH

La defensa del delegado gremial Pablo Díaz recurrió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra la sentencia que lo condenó a 18 años de prisión por la muerte del militante del partido Obrero Mariano Ferreyra, indicaron esta mañana fuentes judiciales.

Mediante un escrito de dos carillas, los penalistas Federico Figueroa y Mario Fenzel reclaman al organismo internacional una "medida cautelar" que disponga la "inmediata libertad" de su asistido quien -sostienen- "lleva cuatro años y medio detenido sin condena firme".

"En nuestro país rige un garantismo de papel, mientras la cárcel confluye en un sistema represivo, humillante, y sin propósito de resocialización alguna", señalan los letrados, quienes también cuestionan la calificación del hecho al que denominan "una riña".

En el punto cuarto de la presentación a la CIDH -a cuya copia Télam tuvo acceso-, también se hace referencia a la "condena anticipada mediante juicios paralelos de orden periodístico y político" y una supuesta "injerencia y manipulación política por parte del Poder Ejecutivo".

En abril de 2013, el Tribunal Oral en lo Criminal 21 condenó a 15 años de prisión al ex secretario de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, al igual que a su segundo, Juan Carlos Fernández, por ser participes necesarios del crimen de Ferreyra, mientras que Cristian Daniel Favale y Gabriel Sánchez recibieron 18 años como coautores materiales.

El delegado Díaz recibió la misma pena pero como partícipe necesario, en tanto sus colegas Jorge Daniel González y Francisco Pipitó fueron condenados a 11 años y Claudio Alcorcel a ocho y los ferroviarios Juan Carlos Pérez y Guillermo Uño fueron absueltos.

Antes de la lectura de la sentencia, el entonces presidente del tribunal y actual integrante de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Horacio Días, expuso una síntesis de la valoración de las pruebas y manifestó que "en el delito hubo convergencia intencional" y que "nada ocurrió casualmente".

También explicó que cada uno de los condenados cumplió un papel que posibilitó que se efectuara el homicidio y remarcó que "los participantes no se autoconvocaron", sino que "fueron convocados por el sindicato y sus delegados".


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