Reabre el cine - teatro Gran Rivadavia de Floresta

Tras once años de estar cerrado, el cine-teatro Gran Rivadavia del barrio de Floresta reabrirá a fin de mes.

Los vecinos de Floresta podrán disfrutar del cine – teatro Gran Rivadavia, sala histórica que desde hace once años permanece cerrado y por el que lucharon para que no fuera demolido. Será el próximo 24 de abril, con la actuación del dúo Pimpinela.

El Gran Rivadavia nació como una gran sala de cine y fue inaugurado en 1949. Situado en la Av. Rivadavia al 8600, su construcción se basó en la estructura edilicia que el arquitecto Alberto Prebisch le dio al Gran Rex. Entre los años 50 y 60 tuvo su mayor esplendor, con la llegada de los grandes shoppings, el negocio fue cuesta abajo y en 2004 Edith Suñe, su última dueña, se vio obligada a cerrar sus puertas.

Desde la Asociación Civil Salvar a Floresta contaron al diario La Nación que “la alarma sobre el destino del espacio se encendió cuando en 2009, un letrero de "venta" fue colocado en el frente del inmueble”. El peor temor que tenían los vecinos era que el imponente edificio se convirtiera en escombros para que luego se erigiera allí algún centro comercial o una torre de departamentos.

Los vecinos pusieron manos a la obra y se propusieron salvar el histórico cine-teatro con distintas actividades. En marzo de 2010, unas 300 personas disfrutaron de la proyección gratuita de la película “El secreto de sus ojos” en la puerta del Gran Rivadavia. El objetivo era, sobre todo, apoyar la causa de la recuperación del lugar.

Los vecinos también apoyaron un proyecto que se trató en la Legislatura porteña y que en noviembre de 2011 declaró al Gran Rivadavia "sitio de interés cultural". La mención fue avalada por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). "Lo importante era eso: evitar que demolieran el edificio", dijo a La Nación Gabriel De Bella, ex integrante de la asociación civil y uno de los vecinos que continuaron con la lucha.

A fines de octubre de 2013, la productora AKE Music compró el teatro y en febrero del año pasado comenzaron los trabajos de refacción. La obra, que está prácticamente finalizada, debía respetar la arquitectura histórica del edificio.

Ezequiel Minoyetti, a cargo del proyecto, explicó a La Nación que "sólo se realiza lo necesario para readaptar la estructura a las normas establecidas de seguridad tras la tragedia de Cromagnon". Para ello, por ejemplo, se instaló una cisterna de 36.000 litros de agua bajo el escenario para ser utilizada en caso de incendio.

Las butacas rojas, unas 1500, son las mismas que antaño disfrutaron los espectadores. Fueron retapizadas, y su estructura de madera, pulida y lustrada. La fachada fue puesta en valor y sólo restan detalles de pintura. Para aislar el sonido y no provocar molestias a los vecinos cuyas viviendas son linderas al teatro, se edificó una pared especial interna, con normas acústicas que también mejorarán el sonido interno.

La sala estará destinada a shows musicales y obras de teatro que no requieran una gran infraestructura de escena, aclaró Minoyetti. "Pero estamos en tratativas con el Incaa para acondicionar el lugar y que otra vez puedan proyectarse películas", agregó el empresario, que indicó que la inversión para el proyecto es de $ 10 millones.

Por el escenario del Gran Rivadavia pasaron Mercedes Sosa, Osvaldo Pugliese, Charly García y Luis Alberto Spinetta, entre otros artistas.


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