- Archivo
- 11.03.2015
Un chico murió al caer en un pozo ciego en el barrio Rodrigo Bueno
Un chico de 13 años murió ayer al caer en un pozo ciego en el barrio Rodrigo Bueno, el asentamiento ubicado en la Costanera Sur, en la Ciudad de Buenos Aires. La ambulancia demoró más de 40 minutos en llegar al lugar debiendo los vecinos ayudar al joven y llevarlo hasta el ingreso del barrio, debido a la falta del trazado de calles.
Gastón regresaba del colegio a su casa cuando vio que su gato se había caído a un pozo ciego; cuando lo quiso rescatar, cayó él también. Marino Sosa, delegado y referente del barrio dijo que “esto no habría sucedido si se hubiera urbanizado el barrio” y explicó que “los vecinos tienen que hacer pozos ciegos porque no tenemos cloacas y tenemos un fuerte problema con el agua”.
La movilidad dentro del barrio también se torna imposible: "Aunque la ambulancia hubiera llegado a los cinco minutos, igual no podría haber arribado al pasillo, la falta de calles transitables nos ocasiona problemas diarias, así como la falta de luz en la calle".
Sosa detalló además que "los niños se ven expuestos constantemente a peligros; los compañeros arman sus casas como pueden, hay plantas altas sin escaleras seguras, pozos ciegos y muchas otras irregularidades, pero es lo que se puede".
La Defensoría General de la Ciudad había presentado un amparo ante la Justicia para pedir la urbanización del barrio que tuvo un fallo favorable en primera instancia. Sin embargo, el gobierno porteño apeló este fallo y en octubre del año pasado la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires revocó la resolución que le ordenaba "adoptar las medidas necesarias para la integración urbanística y social" del barrio.
La Defensoría General realizó una nueva apelación, esta vez ante el Tribunal Superior de Justicia porteño, que tiene actualmente a su cargo la resolución definitiva. En paralelo, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires junto a la Defensoría General presentaron en diciembre un proyecto de ley para urbanizar el barrio que todavía no tuvo tratamiento.
Gastón regresaba del colegio a su casa cuando vio que su gato se había caído a un pozo ciego; cuando lo quiso rescatar, cayó él también. Marino Sosa, delegado y referente del barrio dijo que “esto no habría sucedido si se hubiera urbanizado el barrio” y explicó que “los vecinos tienen que hacer pozos ciegos porque no tenemos cloacas y tenemos un fuerte problema con el agua”.
La movilidad dentro del barrio también se torna imposible: "Aunque la ambulancia hubiera llegado a los cinco minutos, igual no podría haber arribado al pasillo, la falta de calles transitables nos ocasiona problemas diarias, así como la falta de luz en la calle".
Sosa detalló además que "los niños se ven expuestos constantemente a peligros; los compañeros arman sus casas como pueden, hay plantas altas sin escaleras seguras, pozos ciegos y muchas otras irregularidades, pero es lo que se puede".
La Defensoría General de la Ciudad había presentado un amparo ante la Justicia para pedir la urbanización del barrio que tuvo un fallo favorable en primera instancia. Sin embargo, el gobierno porteño apeló este fallo y en octubre del año pasado la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires revocó la resolución que le ordenaba "adoptar las medidas necesarias para la integración urbanística y social" del barrio.
La Defensoría General realizó una nueva apelación, esta vez ante el Tribunal Superior de Justicia porteño, que tiene actualmente a su cargo la resolución definitiva. En paralelo, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires junto a la Defensoría General presentaron en diciembre un proyecto de ley para urbanizar el barrio que todavía no tuvo tratamiento.
- SECCIÓN
- Archivo
COMENTARIOS