La estrategia de los canteros "anti-manteros" en Flores comenzó a fallar

La iniciativa de los canteros "anti-manteros" comenzó en 2013 con el objetivo de desalentar la venta callejera en el barrio de Flores. Los vendedores ambulantes, sin embargo, corrieron los manteros para continuar con su labor.

La venta callejera es moneda corriente en el paisaje porteño, y en el caso particular del barrio de Flores, los vecinos ya tomaron cartas en el asunto. Esta vez, de una manera original, y para terminar con la ocupación de los manteros en la avenida Avellaneda, los comerciantes del barrio comenzaron a colocar maceteros móviles sobre las veredas.

Se trata de módulos de hierro con porta macetas que se colocan sobre las veredas para desalentar a los manteros que invaden a diario las veredas e incluso parte de la calle. Si bien la iniciativa que comenzó en 2013 parecía rendir sus frutos, los vendedores callejeros se la rebuscaron y decidieron correr los canteros para continuar con su labor.

Al poco tiempo de comenzar con la iniciativa, el vicepresidente de la Cámara de Empresarios Coreanos de la Argentina, que organizó la iniciativa, Alejandro Kim, declaró: "Está dando buenos resultados, se logró reducir de manera notable la presencia de esos vendedores que constituyen competencia desleal para los comerciantes”.

La idea original de colocar los maceteros comenzó como un “sistema no violento” para desplazar a los vendedores ilegales sin generar conflictos. “Además permite embellecer con plantas y flores el espacio público”, había dicho Kim, hijo de inmigrantes coreanos que se dedican al rubro textil.


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