Familias en situación de calle se organizan para "salir del encierro de la pobreza"

Las familias de cartoneros que viven en las cercanías del Cementerio de Chacarita se organizaron en la Agrupación Horizonte de Libertad y luchan por obtener un galpón que les permita salir de la calle.

Facundo, junto con otras personas que vivían en situación de calle, conformaron hace tres años la agrupación que lleva el nombre de “Horizontes de Libertad” dado que "ser pobre es estar encerrado, si vos sos pobre no tenés libertad; si vos tenés plata hacés lo que se te canta y eso lo vemos y lo sentimos a diario", explicó Facundo.

Y explicó: "La situación de calle siempre está vista como un problema personal, entonces el que está en la calle es por vicio, por locura, porque no quiere laburar, y yo lo que me encontré es que la mayoría de la gente que está en calle trabaja, y si no, lleva un cronograma todo el día que le representa un laburo".

Fernando, quien trabaja de cartonero y vive con todas su familia en situación de calle, indicó que "siempre estuvimos por acá, en diferentes lugares. Pero todo cambió mucho cuando llegó la Policía Metropolitana al barrio. Desde entonces no estamos tranquilos, no nos dejan juntar la mercadería, nos paran, hasta nos amenazaron una vez con quemarnos los carros".

Debido a los conflictos que enfrentan diariamente decidieron reunirse en la agrupación con el objetivo de protegerse, luchar por sus derechos y mejorar su situación. "Cuando estábamos en la esquina del cementerio habíamos logrado organizar muy bien el parador, éramos más familias y hasta armamos un merendero. Algunos lograron salir de la calle, otros simplemente se fueron porque no aguantaron la presión de la policía", indicó Facundo en diálogo con Télam.

En la actualidad, hay en el parador unas quince personas que se organizan para repartirse las tareas. "Unos salen a la mañana con los dos carros, mientras otros buscan comida, limpian, consiguen pan. Después comemos, descargamos, y a la tarden salen otros. En el medio siempre queda alguien cuidando los chicos y las cosas, o para llevar a los chicos a la escuela, y a la noche vamos a vender lo que juntamos", detalló Fernando.

Y agregó que "en estos años no hemos obtenido ninguna ayuda real de la Ciudad de Buenos Aires, nunca vinieron a decirnos qué necesitamos, lo que te ofrecen son paradores, hogares, el subsidio habitacional que es por unos meses, pero lo que nosotros necesitamos es un galpón donde podamos tener los carros y laburar".

Además de las dificultades propias de la falta de recursos sufren el acoso de la Policía Metropolitana. La última agresión fue en la madrigada del 5 de enero cuando se habían refugiado de la lluvia y abandonaron sus cosas. "Cuando volvimos estaba todo revuelto y se habían llevado ropas, comida, los documentos de los nenes, hasta la netbook que le habían dado a mi hijo en la escuela", contó Fernando.

Y añadió: "Cuando preguntamos qué había pasado nos dijeron que había habido una orden de (el Ministerio de) Espacio Público para 'limpiar', pero algunos compañeros que viven en calle y estaban en la estación Urquiza vieron que fue la Metropolitana que cargó todo en un camión de basura".

Otra preocupación son los menores da do que "El año pasado frenaron dos autos de Desarrollo Social porteño y nos llevaron a los chicos, los tuvieron 50 días separados de nosotros pero nadie nos ofreció ayuda, ¿cómo pueden pensar que un chico puede estar bien lejos de sus padres?", cuestionó Fernando.

Una de las maneras de evitar que les saquen a sus hijos es vivir en el parador para familias del Gobierno porteño en Costanera Sur. "El sistema es carcelario, hay dos pabellones, uno de mujeres, otro de varones, está sucio, en el baño consumían drogas y yo ya salí de esa, nos dio miedo quedarnos ahí y nos fuimos", describió Fernando.


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