Marcha en reclamo de justicia por la muerte Ismael Sosa

Familiares, amigos, organizaciones sociales y partidos políticos marcharon ayer desde el Obelisco a la Casa de Córdoba para pedir justicia por la muerte del joven en la provincia que gobierna José Manuel De La Sota.

[caption id="attachment_51334" align="alignleft" width="150"] Foto: Melisa Díaz[/caption]

Pasadas las 19 en el Obelisco ya se podía ver a un centenar de personas que agitaban banderas de La Renga, carteles con la cara de Ismael Sosa pidiendo justicia y mucha bronca en el aire. De un lado los partidos políticos desplegaban sus banderas, mientras que en la vereda de enfrente el público renguero coreaba para que “bajen los trapos”.

Escuchando rock and roll y cantando contra la Policía los manifestantes esperaron que llegara la madre de Sosa, Nancy. Detrás de dos banderas en las que se leía “los derechos humanos no se manchan con sangre” y “justicia por Ismael Sosa” se marchó hasta la Casa de Córdoba, pasando por el Congreso.

Allí hablaron padres de chicos que fueron asesinados por la Policía y una víctima de “gatillo fácil”, que milita en una organización contra la violencia institucional. Todos ellos, más los jóvenes reunidos brindaron su apoyo en la lucha que emprenderán Nancy, que los escuchaba con una entereza inimaginable, y todos los familiares y amigos de Sosa para encontrar a los culpables.

El pasado 24 de enero, la banda de rock La Renga se presentó en Villa Rumipal, una localidad ubicada en Valle Calamuchita a 115 kilómetros de la capital cordobesa. Sosa fue visto por última vez dicho sábado cuando caminaba detrás de su novia y luego de cruzar el primer control policial del ingreso al recital.

La pareja de Sosa al darse vuelta y no verlo comenzó una búsqueda en los alrededores y luego en hospitales de la zona. Ante la falta de noticias realizó una denuncia policial. Finalmente, el lunes pasado el cuerpo de Sosa fue encontrado en el embalse de Río Tercero.

El abogado de la madre de Sosa, Juan Borghi, aseguró el viernes pasado que hay testimonios de personas que dicen haber visto al joven en un control policial antes de su desaparición. Aunque aclaró que "aún es prematuro hablar de responsabilidades ya que existe secreto de sumario". Por su parte, la Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba relató que en 2014 se registraron nueve muertes por “gatillo fácil”. En los últimos seis meses en Córdoba se realizaron numerosas marchas organizadas por familiares de las víctimas para pedir el cese de la represión policial.


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