La Florális Genérica volverá a abrirse con el sol en marzo

La emblemática flor metálica ubicada en la Plaza de las Naciones Unidas, a metros de la Facultad de Derecho, sobre la avenida Figueroa Alcorta, volverá a abrir y cerrar sus pétalos tras seis años de inactividad por problemas técnicos.

Según trascendió, la reinauguración de la Floralis Genérica, será el próximo 8 de marzo, en coincidencia con el Día Internacional de la Mujer. La escultura, realizada y donada a la ciudad por el fallecido arquitecto Eduardo Catalano volverá a funcionar una vez concretada su reparación.

La Floralis Genérica se realizó con materiales provistos por la empresa de aeronaves Lockheed Martin Aircraft Argentina, y fue la primera con movimiento del país. Se inauguró formalmente en abril de 2002 y sus pétalos de acero y aluminio, de 23 metros de alto, se movían automáticamente conforme la intensidad de la luz del día, como si se tratara de una flor natural.

Sin embargo, seis años atrás, una falla en el sistema hidráulico dejó a la Flor sin movimiento y ya no volvió a cerrarse. Aunque hubo intentos de reparación, la situación se complicó, sobre todo en cuanto a lo económico, porque la empresa constructora se fue del país sin cumplir con las garantías correspondientes.

Cabe destacar que en septiembre del año pasado, en pos de evitar una posible tragedia en la Plaza de las Naciones que pudiera provocar la caída de algún pétalo, se decidió apuntalar la estructura de 3500 kilos y cercar el predio donde se encuentra como medida de seguridad.

Por estos días se están realizando las rutinas prácticas necesarias para probar los sensores que cerrarán la imponente estructura de 18 toneladas, incluso en horario diurno, en caso de que se registren vientos de más de 30 kilómetros por hora que pongan en riesgo la estabilidad de los pétalos.

La idea original de la Floralis era que se abriera todas las mañanas a las 8 y se cerrara con la puesta del sol. También estaba contemplado que cerrara sus pétalos para protegerse cuando la velocidad del viento superara los 80 kilómetros por hora. Su funcionamiento, cuando todavía se movía, tenía un costo mensual de 12.000 pesos.

Si las obras se concretan en tiempo y forma, en marzo próximo volverá a florecer la escultura que, en poco tiempo, se convirtió en un punto de referencia para la ciudad


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