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- 09.01.2015
Se recuperaron dos calles en San Telmo
Son cuadras de Carlos Calvo y Balcarce, en las que el Gobierno de la Ciudad levantó los adoquines y, tras un amparo, abandonó las obras. Finalmente las rehabilitaron con el viejo empedrado.
Luego de casi dos años, los vecinos de San Telmo y automovilistas recuperaron dos cuadras adoquinadas que estaban abandonadas tras un amparo judicial. Se trata de las calles Carlos Calvo (entre Balcarce y Paseo Colón) y Balcarce (entre Estados Unidos y el pasaje Giuffra), en el Casco Histórico.
La polémica por estas cuadras comenzó en marzo de 2013, cuando el Gobierno porteño comenzó a levantar los adoquines para reacomodarlos de manera pareja, debido a la cantidad de baches que se generaban. Por entonces, un grupo de vecinos se opuso a los trabajos y presentó un recurso de amparo, que la jueza Paola Cabezas Cescato avaló.
Así fue cómo durante un año las calles quedaron abandonadas y obstruidas con los adoquines que ya se habían quitado. Se empezó a acumular la basura y algunos vecinos usaron las calles como estacionamiento. Además hubo denuncias porque empezaron a desaparecer los adoquines
En enero del año pasado, el Gobierno de la Ciudad habilitó nuevamente la circulación de autos y recién en noviembre el Tribunal Superior de Justicia porteño levantó la medida de “no innovar” y permitió la continuidad de las obras.
En cumplimiento con el fallo judicial y a fin de respetar la tipología original de las calles, los operarios debieron retirar el cordón cuneta de hormigón armado que ya se había construido y reubicar el empedrado original sobre una cama de arena.
Luego de casi dos años, los vecinos de San Telmo y automovilistas recuperaron dos cuadras adoquinadas que estaban abandonadas tras un amparo judicial. Se trata de las calles Carlos Calvo (entre Balcarce y Paseo Colón) y Balcarce (entre Estados Unidos y el pasaje Giuffra), en el Casco Histórico.
La polémica por estas cuadras comenzó en marzo de 2013, cuando el Gobierno porteño comenzó a levantar los adoquines para reacomodarlos de manera pareja, debido a la cantidad de baches que se generaban. Por entonces, un grupo de vecinos se opuso a los trabajos y presentó un recurso de amparo, que la jueza Paola Cabezas Cescato avaló.
Así fue cómo durante un año las calles quedaron abandonadas y obstruidas con los adoquines que ya se habían quitado. Se empezó a acumular la basura y algunos vecinos usaron las calles como estacionamiento. Además hubo denuncias porque empezaron a desaparecer los adoquines
En enero del año pasado, el Gobierno de la Ciudad habilitó nuevamente la circulación de autos y recién en noviembre el Tribunal Superior de Justicia porteño levantó la medida de “no innovar” y permitió la continuidad de las obras.
En cumplimiento con el fallo judicial y a fin de respetar la tipología original de las calles, los operarios debieron retirar el cordón cuneta de hormigón armado que ya se había construido y reubicar el empedrado original sobre una cama de arena.
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