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- 02.12.2014
“Luca: el sonido y la furia”, en la Biblioteca Nacional
En diciembre, la Biblioteca Nacional le rendirá homenaje a Luca Prodan, el músico que introdujo aires de reggae, funk y post-punk al rock nacional.
La muestra se inaugurará este miércoles 3 de diciembre, a las 19 hs, con un espectáculo de Andrea Prodan, su hermano, llamado “Pájaros”. Se expondrán fotos, correspondencia, cuadernos, el bajo y una valija de ropa de Luca. Quienes visiten la Biblioteca podrán escuchar grabaciones inéditas: cartas en casetes que Luca enviaba a su familia en Europa.
El músico italiano llegó a Argentina y fundó la mítica banda de rock nacional, Sumo. Antes de llegar al país, Luca vivió en Londres donde se hizo adicto a la heroína. Para recuperarse decidió exiliarse en la provincia de Córdoba. Allí conoció a Germán Daffunchio y Alejandro Sokol y comenzaron a ensayar las primeras canciones de la banda emblema del rock nacional, que marcó hitos con canciones como “La Rubia Tarada”, “Los viejos vinagres” o “Nextweek”.
Según escribió Matías Serra Bradford, Luca “es ante todo una voz. Inconfundible. Abigarrada. En esa voz está el origen romano y una vida familiar en la que el niño se codea con las zonas glamorosas del jet set. Está el colegio escocés y la violencia del escupitajo punk. Están las lenguas en las que navega y está el velero sin idilio. Está el cosmopolitismo de un salvaje y el nacionalismo irónico del que recién llega a su patria. La voz del paria que sólo puede fugar y del que fue parido en cuna de oro. Está, en esa voz, un momento de la Argentina, la época en la cual él llega, los campos de la muerte y un patrioterismo agitado por las islas”.
Luca llevó una vida cargada de excesos, y aunque se recuperó de la heroína, tomaba mucho alcohol, en especial ginebra. Murió en diciembre de 1987 como consecuencia de una cirrosis que lo afectaba.
La muestra se inaugurará este miércoles 3 de diciembre, a las 19 hs, con un espectáculo de Andrea Prodan, su hermano, llamado “Pájaros”. Se expondrán fotos, correspondencia, cuadernos, el bajo y una valija de ropa de Luca. Quienes visiten la Biblioteca podrán escuchar grabaciones inéditas: cartas en casetes que Luca enviaba a su familia en Europa.
El músico italiano llegó a Argentina y fundó la mítica banda de rock nacional, Sumo. Antes de llegar al país, Luca vivió en Londres donde se hizo adicto a la heroína. Para recuperarse decidió exiliarse en la provincia de Córdoba. Allí conoció a Germán Daffunchio y Alejandro Sokol y comenzaron a ensayar las primeras canciones de la banda emblema del rock nacional, que marcó hitos con canciones como “La Rubia Tarada”, “Los viejos vinagres” o “Nextweek”.
Según escribió Matías Serra Bradford, Luca “es ante todo una voz. Inconfundible. Abigarrada. En esa voz está el origen romano y una vida familiar en la que el niño se codea con las zonas glamorosas del jet set. Está el colegio escocés y la violencia del escupitajo punk. Están las lenguas en las que navega y está el velero sin idilio. Está el cosmopolitismo de un salvaje y el nacionalismo irónico del que recién llega a su patria. La voz del paria que sólo puede fugar y del que fue parido en cuna de oro. Está, en esa voz, un momento de la Argentina, la época en la cual él llega, los campos de la muerte y un patrioterismo agitado por las islas”.
Luca llevó una vida cargada de excesos, y aunque se recuperó de la heroína, tomaba mucho alcohol, en especial ginebra. Murió en diciembre de 1987 como consecuencia de una cirrosis que lo afectaba.
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