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- 09.09.2014
La Justicia ordena al gobierno porteño reponer el empedrado en Palermo
La Justicia respondió a un reclamo de los vecinos de Palermo y tomó esa decisión al considerar, como dice la ley, que el adoquinado es "patrimonio cultural". Para los amparistas, además, el adoquín contribuye a controlar las inundaciones.
Un fallo de la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires le ordenó al gobierno de la Ciudad que frene las tareas de remoción de los adoquines en todo el barrio de Palermo, y además instó a que reponga el empedrado en las cuadras donde ya lo quitó, "dejando las calzadas en el mismo estado en el que se encontraban antes del comienzo de las obras".
Los magistrados mencionan la existencia de una reciente ley que protege a este tipo de calles, aunque el gobierno del PRO al reglamentarla les quitó el poder original que tenían las Comunas, y realizó su propio y acotado listado de cuadras protegidas, por lo que comuneros y organizaciones patrimoniales presentarán la inconstitucionalidad de la reglamentación de la norma.
El fallo sobre Palermo hace hincapié en la zona delimitada por la calle Nicaragua, entre Armenia y Aráoz, a partir de una demanda de dos artistas vinculados con el tango Federico Travi y Karina Beorlegui y el vecino, miembro del Consejo Consultivo Comunal 14, Ricardo Castañeda, quienes a fines de 2012, cuando el Ejecutivo porteño se propuso cementar los alrededores de la plaza Palermo Viejo, juntaron cientos de firmas en un día, se presentaron ante la Defensoría del Pueblo y pidieron a la justicia "la nulidad de los actos administrativos que autorizaron las tareas de remoción de los adoquines en la totalidad del barrio de Palermo".
"En algunas comunas el PRO ya envió su listado de cuadras protegidas, que es mínimo al lado del nuestro. Y ese plazo de 20 días para las Comunas es absurdo. Menos mal que varias arrancaron su propio relevamiento el año pasado", aseguró Mónica Capano, titular del Observatorio de Patrimonio y Políticas Urbanas.
Un ejemplo es la Comuna 10, compuesta por los barrios de Floresta, Monte Castro, Vélez Sarsfield, Versalles, Villa Luro y Villa Real. El Ente de Mantenimiento Urbano Integral (EMUI) envió a la Junta Comunal un listado que protege 235 cuadras empedradas, un 11% del total de las calles de esa zona. El Observatorio relevó 368, un 19 por ciento. Y en el listado oficial de Ciudad figuran las calles Magariños Cervantes y Juan Agustín García, que ya están asfaltadas. Algo similar ocurrió en Palermo, donde la Comuna identificó 156 cuadras adoquinadas para proteger, casi el doble de las que presentó el PRO, que además incluyó tramos de la calle Aráoz, ya cementados.
"El empedrado, además de las cuestiones históricas, es un regulador natural de la velocidad de los automóviles, contribuye al control de las inundaciones por su capacidad de absorción del agua de lluvia, y al ahorro energético, ya que su inercia térmica es muy inferior a la del asfalto, lo que disminuye las temperaturas nocturnas de la ciudad, con el consiguiente ahorro de energía para refrigeración", concluyó Ricardo Castañeda, miembro del Observatorio e integrante de la Comisión de Cultura y Patrimonio del Consejo Consultivo de la Comuna 14.
Un fallo de la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires le ordenó al gobierno de la Ciudad que frene las tareas de remoción de los adoquines en todo el barrio de Palermo, y además instó a que reponga el empedrado en las cuadras donde ya lo quitó, "dejando las calzadas en el mismo estado en el que se encontraban antes del comienzo de las obras".
Los magistrados mencionan la existencia de una reciente ley que protege a este tipo de calles, aunque el gobierno del PRO al reglamentarla les quitó el poder original que tenían las Comunas, y realizó su propio y acotado listado de cuadras protegidas, por lo que comuneros y organizaciones patrimoniales presentarán la inconstitucionalidad de la reglamentación de la norma.
El fallo sobre Palermo hace hincapié en la zona delimitada por la calle Nicaragua, entre Armenia y Aráoz, a partir de una demanda de dos artistas vinculados con el tango Federico Travi y Karina Beorlegui y el vecino, miembro del Consejo Consultivo Comunal 14, Ricardo Castañeda, quienes a fines de 2012, cuando el Ejecutivo porteño se propuso cementar los alrededores de la plaza Palermo Viejo, juntaron cientos de firmas en un día, se presentaron ante la Defensoría del Pueblo y pidieron a la justicia "la nulidad de los actos administrativos que autorizaron las tareas de remoción de los adoquines en la totalidad del barrio de Palermo".
"En algunas comunas el PRO ya envió su listado de cuadras protegidas, que es mínimo al lado del nuestro. Y ese plazo de 20 días para las Comunas es absurdo. Menos mal que varias arrancaron su propio relevamiento el año pasado", aseguró Mónica Capano, titular del Observatorio de Patrimonio y Políticas Urbanas.
Un ejemplo es la Comuna 10, compuesta por los barrios de Floresta, Monte Castro, Vélez Sarsfield, Versalles, Villa Luro y Villa Real. El Ente de Mantenimiento Urbano Integral (EMUI) envió a la Junta Comunal un listado que protege 235 cuadras empedradas, un 11% del total de las calles de esa zona. El Observatorio relevó 368, un 19 por ciento. Y en el listado oficial de Ciudad figuran las calles Magariños Cervantes y Juan Agustín García, que ya están asfaltadas. Algo similar ocurrió en Palermo, donde la Comuna identificó 156 cuadras adoquinadas para proteger, casi el doble de las que presentó el PRO, que además incluyó tramos de la calle Aráoz, ya cementados.
"El empedrado, además de las cuestiones históricas, es un regulador natural de la velocidad de los automóviles, contribuye al control de las inundaciones por su capacidad de absorción del agua de lluvia, y al ahorro energético, ya que su inercia térmica es muy inferior a la del asfalto, lo que disminuye las temperaturas nocturnas de la ciudad, con el consiguiente ahorro de energía para refrigeración", concluyó Ricardo Castañeda, miembro del Observatorio e integrante de la Comisión de Cultura y Patrimonio del Consejo Consultivo de la Comuna 14.
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