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- 20.08.2014
Cavallo dijo que el megacanje de 2001 era “urgente y necesario”
El ex ministro de Economía defendió así el megacanje de títulos de la deuda externa al ampliar su declaración indagatoria ante el Tribunal Oral Federal 4, donde está siendo juzgado por negociaciones incompatibles con la función.
El juicio es a raíz de los 20 millones de dólares que se pagó por comisión al banquero Davil Mulford, Cavallo sostuvo que su "único interés fue siempre el interés público".
Admitió su amistad y cercanía personal con él y también con otro banquero, Jerry Corrigan, que había sido asesor del gobierno argentino durante los 80, "y trabajó codo a codo con Horacio Liendo", otro de los imputados en la causa que fue sobreseído previamente.
Cavallo se desligó en cambio de la selección de los bancos que intervinieron en esa operación financiera y se preguntó "si se beneficiaron con jugosas comisiones que supuestamente no correspondían, ¿por qué están todos sobreseídos?".
De Mulford dijo que "era responsable de tan sólo uno de los siete bancos que intervinieron". Si bien ya había sido condecorado por el entonces presidente Carlos Menem por haber promovido cuando era subsecretario del Tesoro de los Estados Unidos el Plan Brady, de canje de títulos de deuda por activos patrimoniales.
"Argentina tuvo la suerte de que la asistieran los bancos más prestigiosos del mundo", aseguró el gestor de la convertibilidad y de la paridad del dólar con el peso que estalló pocos meses después del megacanje, cuando la Argentina entró en default y la crisis política arrastró al gobierno de Fernando de la Rúa.
Según un documento del Fondo Monetario Internacional (FMI) exhibido durante las audiencias, el canje de medio centenar de bonos por nuevo títulos reprogramados incrementó la deuda pública en 9.500 millones de dólares, además de los 120 millones de dólares pagados en comisiones.
"El megacanje era urgente y necesario, porque como no se había cumplido con las metas fiscales impuestas por el FMI para el primer trimestre del año, peligraba el cobro de un préstamo de esa entidad que era parte del Blindaje", justificó Cavallo.
El juicio es a raíz de los 20 millones de dólares que se pagó por comisión al banquero Davil Mulford, Cavallo sostuvo que su "único interés fue siempre el interés público".
Admitió su amistad y cercanía personal con él y también con otro banquero, Jerry Corrigan, que había sido asesor del gobierno argentino durante los 80, "y trabajó codo a codo con Horacio Liendo", otro de los imputados en la causa que fue sobreseído previamente.
Cavallo se desligó en cambio de la selección de los bancos que intervinieron en esa operación financiera y se preguntó "si se beneficiaron con jugosas comisiones que supuestamente no correspondían, ¿por qué están todos sobreseídos?".
De Mulford dijo que "era responsable de tan sólo uno de los siete bancos que intervinieron". Si bien ya había sido condecorado por el entonces presidente Carlos Menem por haber promovido cuando era subsecretario del Tesoro de los Estados Unidos el Plan Brady, de canje de títulos de deuda por activos patrimoniales.
"Argentina tuvo la suerte de que la asistieran los bancos más prestigiosos del mundo", aseguró el gestor de la convertibilidad y de la paridad del dólar con el peso que estalló pocos meses después del megacanje, cuando la Argentina entró en default y la crisis política arrastró al gobierno de Fernando de la Rúa.
Según un documento del Fondo Monetario Internacional (FMI) exhibido durante las audiencias, el canje de medio centenar de bonos por nuevo títulos reprogramados incrementó la deuda pública en 9.500 millones de dólares, además de los 120 millones de dólares pagados en comisiones.
"El megacanje era urgente y necesario, porque como no se había cumplido con las metas fiscales impuestas por el FMI para el primer trimestre del año, peligraba el cobro de un préstamo de esa entidad que era parte del Blindaje", justificó Cavallo.
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