Ramo Filos, la fábrica de cuchillos de La Paternal

Ramo Filo o Ramos Filos es una fábrica de cuchillos diseñados por cuatro socios que está ubicada en Maturín 2272, en el barrio de La Paternal. Próximamente abrirán un local con atención al público en Palermo. Charlamos con Germán Cohen, el ideólogo de este proyecto.
 
¿Hace cuanto que fabrican cuchillos? ¿Qué los llevó a dedicarse a los cuchillos?
 
Ramo o Ramos Filos, como quieran llamarle, está transcurriendo nuestro sexto año. Surge un poco porque a mí de chico me gustaban mucho los cuchillos, jugaba con las vainas de los cuchillos de mi abuelo. En un momento, allá por el 2017, mirando YouTube, me cruzo con un video de un tipo que había dejado todo para ir a hacer cuchillos en el medio del bosque en Letonia y dije: "Che, quiero hacer cuchillos, es espectacular”. Me volví un poco obsesivo, me vi todos los videos de cómo hacer cuchillos que encontré por YouTube. Al poco tiempo conseguí un profe en Bernal y me iba desde Almagro, donde vivía en ese momento, hasta Bernal a tomar clases de cuchillería. Ahí armé mi primer taller que estaba en Parque Centenario, en la calle Bravard. El primer taller no fue en Paternal, pero sí muy cerca.
 
¿Cómo se conocieron con los otros socios?
 
El taller de Parque Centenario era en la casa de un amigo, teníamos una habitación muy chiquita. En ese entonces, medio de casualidad, me cruzo con Andrés Servidio, uno de mis actuales socios, en un cumpleaños y nos ponemos a charlar. Él me dijo que coleccionaba cuchillos, le conté que estaba armando un taller y lo invité a sumarse. En aquel entonces no era no era tan amigo mío, ahora podríamos decir que no solo somos socios, sino que también somos amigos.
 
Después se sumó Joaquín Korn, que es mi tercer socio, él venía el palo de la producción audiovisual, así que rápidamente dividimos un poco las tareas y ese fue como el embrión de la primera versión de Ramo, nosotros tres haciendo cuchillos y haciendo básicamente todo. Al poco tiempo se suma Martín Salomone que es ahora un vecino de Paternal, vive a dos o tres cuadras del taller.  
 
La verdad que se armó un buen grupo, estamos contentos en cuanto a cómo se integran nuestras formas de ser, nuestras formas de trabajar y nuestra visión con respecto a la empresa, es bastante importante que eso ocurra y para poder sostenerlo en el tiempo, porque si no es un poco contraproducente.
 
¿Cuándo se mudaron a La Paternal? ¿Qué relación tienen con el barrio?
 
El primer taller de Parque Centenario nos quedaba un poco chico y salimos a buscar lugares. Un lugar un poco más grande, ahí llegamos a nuestra segunda locación que fue en la fábrica de medias Balux, que queda en Bolivia y Galicia, en Villa Mitre. La Gran Paternal ocurría dentro de esa fábrica. En Balux alquilábamos el vestuario de señoras, esa fue nuestra primera ampliación.
 
Ahí comenzamos a emplear a algunas personas, al principio fueron amigos que nos ayudaban a producir. Empezamos a desarrollar, a perfeccionar nuestra forma de producción y nuestros cuchillos.
 
Actualmente, estamos en Maturín 2272, en la esquina con Fragata Sarmiento. Es muy gracioso porque justo enfrente vivía un amigo que se fue a vivir a Mendoza, pero yo iba mucho para esa cuadra en Paternal, pasé muchos asados y tengo muchos recuerdos en esa cuadra. Él se mudó y al poco tiempo encontramos ese taller ahí que era un viejo taller de reparación de cajas de cambio de Renault. Fue loco porque la verdad que nosotros no estábamos muy convencidos de mudarnos, teníamos la idea, pero nos teníamos un poco de miedo y cuando encontramos ese taller, en esa ubicación dijimos: "Es perfecto, es este, no demos más vueltas". Así que medio la casualidad, en ese sentido, nos fue guiando. Y la verdad que no podríamos estar más conformes con el barrio, con cómo se da, con las dinámicas del barrio, es realmente muy lindo.
 
Otra cosa que nos sirvió de la mudanza, es poder tener un showroom en Maturín, está bueno porque nadie se imagina que pueda haber un lugar así tan pintoresco como para ir a comprar cuchillos en un barrio tan barrio como Paternal, ahí en la misma cuadra hay muchos depósitos, no hay ningún local como este. Eso también me parece que aporta algo lindo al barrio.
 
¿Hacen algún tipo de evento?
 
Durante el año pasado, una vez por mes hicimos pop-ups con restaurantes. Los sábados al mediodía esa cuadra se vestía un poco de fiesta y venía gente, nosotros atendíamos un poco al público, había gente almorzando, había gente cocinando, bebiendo algo en la vereda, se armaban cosas lindas. Es algo de lo que estamos muy agradecidos también con el barrio, que se puedan llevar a cabo esos eventos, porque si estuviéramos en otro barrio, ya sea por la cantidad de tránsito, por el estilo de vida que tienen los vecinos o por lo que sea, tal vez no sería posible armar este tipo de eventos.
 
¿Dónde queda el local que va a abrir?
 
Estamos por abrir otro local, en una zona mucho más comercial, que creo que en algún lado nos va a beneficiar, va a ser en Palermo. Es un barrio donde hay mucha gente paseando y con ganas de comprar, de mirar locales, pero siento que en lo personal el arraigo lo tenemos en nuestra fábrica en la calle Maturín, también sentimos que ahí vamos a estar siempre un poco más amparados del ruido, del bullicio y de los extranjeros, por decirlo de alguna manera.
 
¿Cuantas personas trabajan en Ramo Filos?
 
Actualmente en nuestra planta somos cuatro socios y tenemos alrededor de 22 o 23 empleados. Estamos buscando la forma de ampliar un poco para para poder producir más.
 
¿Qué caracteriza a los cuchillos de Ramo Filos?
 
No es un proceso industrial el que llevamos a cabo, es un proceso que depende mucho del factor humano y eso hace por un lado que los cuchillos tienen como una impronta muy artesanal, por decirlo de alguna forma, sin perder calidad, obviamente, ni sin perder belleza ni atributos estéticos. Eso demanda mucho de la presencia de personas que estén bien entrenadas, bien capacitadas y que les gusta el trabajo que hacen.
 
¿Hacen otros productos?
 
Hacemos otros productos que tienen que ver con el mundo de la gastronomía, más que nada. De hecho todos nuestros cuchillos o el 95% de los cuchillos que hacemos decimos que son herramientas de cocina. Hacemos cuchillos de campamento o quizás algún machete, alguna hacha, pero no es a lo que más nos dedicamos. Nos dedicamos más que nada a los cuchillos de cocina y ahora empezamos a ampliar nuestro catálogo y estamos haciendo tenedores, estamos haciendo una línea de repasadores, hacemos también asentadores para los cuchillos, porta cuchillos. La idea es ir cada vez ampliando nuestra cartera de productos para también ofrecerle al público cosas lindas, hechas en Argentina, que sean útiles y de buena calidad.
 
¿Tienen algún proyecto para el futuro?
 
A futuro, nuestra idea siempre es que la empresa crezca. Sentimos que es un producto que todo el mundo necesita, a todo el mundo le gusta, no el nuestro en particular, cualquier persona con cualquier cuchillo puede sentir felicidad al tenerlo en la mano, es lindo el objeto cuchillo como objeto en sí y siento que es una de las primeras herramientas de la humanidad, así que está bueno poder hacer crecer la empresa todo lo que pueda.
 
Tenemos planes de exportar un poco más, de eventualmente o poder ofrecer nuestros cuchillos en otros lugares del mundo, tenemos ya alguna experiencia en Estados Unidos, en Dubai, en Uruguay. Todo es hecho muy a pulmón y crecer dicen que es como una sábana corta: que te tapás la cabeza y se te destapan los pies. Un poco sentimos eso porque todo el tiempo estamos en todos los temas. Creemos que vamos a poder llegar a organizarnos para hacer crecer esta empresa hasta donde de o hasta donde demos nosotros.
 
Contacto:
Instagram: @ramofilos
Maturín 2272

•