El inicio de clases se transformó en un capituló más en la disputa entre el oficialismo porteño y LLA

Las diferencias entre el Gobierno porteño y La Libertad Avanza en el plano de la Ciudad de Buenos Aires son cada vez más notorias e insalvables de cara a los comicios legislativos. Los constantes guiños del jefe de Gobierno, Jorge Macri, a la gestión libertaria en cuanto a las políticas nacionales no fueron suficientes en pos de las aspiraciones que el espacio de Karina Milei tiene en el distrito. 

Los números en el primer año de gestión le permiten a los liberarios plantear objetivos ambiciosos como desbancar una histórica hegemonía del partido amarillo en la CABA. Por ello, cada episodio es una oportunidad para marcar distancias del trabajo de Jorge Macri, un alcalde debilitado por los déficit de la gestión. 

En esta oportunidad, el centro de las peleas se desarrolló en un plano atípico, es que el pedido del Secretario de Turismo, Daniel Scioli, de retrasar el inicio de clases generó malestar en el GCBA que rechazaron de plano esta exigencia que buscaba mayores beneficios para el sector con la posibilidad de comenzar el ciclo lectivo posterior al feriado de carnaval. 

"La educación es una prioridad indiscutida y el inicio de clases no es negociable. La particular propuesta del Secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli me resulta útil para reforzar una vez más que para la Ciudad la educación de los chicos siempre está primero", fue contundente la vocera de la jefatura de Gobierno, Laura Alonso. 

Pero este no fue el único enfrenteamiento entre La Libertad Avanza y el Gobierno porteño. Las primeras batallas se dieron en la legislatura con la presentación de una Ley Bases paralela a la aprobada en el ámbito nacional, la cuál fue rechazada por el oficialismo. 

Más adelante, el desdoblamiento de las elecciones y la posibilidad de suspensión de las PASO fue otro fuego cruzado que aún se mantiene latente. De esa manera, las posibilidades de una alianza disminuyen con el transcurso de las semanas, mientras cada oportunidad es válida para mostrar a cielo abierto que hay una guerra por la disputa en la conducción de la Capital Federal.