- Política
- 27.12.2024
CIUDAD
Boleta electrónica, otra vez: Jorge Macri con el antecedente Larreta y el papelón de Bullrich
Jorge Macri,que había criticado a Larreta por la modalidad electoral, mantiene la Boleta Electrónica. Licitaciones irregulares, demoras en la votación y una denuncia de la Justicia Electoral.
Antecedente Larreta
En abril del año pasado, el entonces jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció que en la Ciudad se votaría con el sistema de Boleta Única Electrónica (BUE). Dicho sistema ya había sido hackeado en 2015 y la vulneración había sido revelada por una pericia de la propia Policía Metropolitana (hoy Policía de la Ciudad).
“Lo vamos a hacer con Boleta Única Electrónica, que es un sistema más ágil, más sencillo, más transparente, y es una bandera del PRO que inició Mauricio en la Ciudad en 2015 y que también promovimos junto a todo Juntos por el Cambio a nivel nacional”, informó el año pasado Rodríguez Larreta y obtuvo varias críticas de Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal e incluso Mauricio Macri.
El sistema de BUE implica que una persona selecciona en la computadora su voto y éste se graba en una boleta especial de dos formas: con un chip RFID y se imprime. El votante puede chequear que lo que grabó en el chip sea lo mismo que lo que está impreso, pero nada garantiza que la computadora le muestre una cosa a la hora de votar y haga otra a la hora de contar.
Cuando se utilizó la BUE en la Ciudad, la Defensoría del Pueblo hizo un relevamiento y arrojó que el 26% de los votantes no verificó que el voto impreso coincidiera con el que había elegido y supuestamente grabado en el chip. En tanto que la “eficiencia” también está en duda dado que la misma Universidad del Comahue publicó que durante las elecciones en Neuquén (donde se utilizó la misma modalidad electrónica) el tiempo promedio para el sufragio con voto electrónico fue de 1,9 minutos y con boleta de papel en Río Negro fue de 1,3 minutos. Un 31% más rápido votar con papel.
Lo cierto es que en los siguientes meses, las irregularidades del proceso y la culminación en un día de votación caótico, pusieron al descubierto el error de Larreta.
El camino a la licitación del sistema BUE
El camino de irregularidades de Larreta comenzó con la designación de Ezio Emiliozzi en el Instituto de Gestión Electoral (IGE). El IGE debutó en 2023 en la administración de los comicios locales, de acuerdo con lo estipulado en el Código Electoral aprobado en 2018. Antes, el organismo a cargo era la Dirección Electoral del gobierno porteño.
Emiliozzi quedó a cargo del IGE designado en comisión, lo cual significa que cumplió esa función por un simple decreto de Larreta. Esa situación colicionó con el Código Electoral que se aprobó en la Legislatura en 2018 bajo impulso del propio jefe de Gobierno porteño, ya que dicha normativa indica que tanto el titular del ente como un adjunto deben ser designados con 2/3 partes de la Legislatura, cosa que no sucedió al momento de la licitación.
Otra irregularidad que también tiene que ver con el Código Electoral aprobado en 2018 fue que en dicha normativa, el jefe de gobieno porteño puede definir la fecha y si es o no "desdoblada". Sin embargo, no puede determinar el método de votación, es decir, si se vota con Boleta Única (papel) o voto electrónico con respaldo papel. Larreta definió el método por decreto, violando el Código Electoral vigente.
Luego, llegó una tercera irregularidad que tiene que ver con quiénes se harían cargo de la “Boleta Electrónica”, es decir, con la licitación. Los pasos a seguir para este proceso son: el registro de proveedores posibles previo a la licitación, se realiza una auditoría sobre los mismos y luego se define quién recibirá a licitación. Este proceso fue nulo en este caso ya que hubo un solo oferente: Magic Software Argentina (Grupo MSA).
Fuentes legislativas del oficialismo porteño y del Ejecutivo vinculadas al proceso de licitación señalaron que, tras el cierre del plazo establecido para la presentación de ofertas, Magic Software Argentina (Grupo MSA) había sido la única firma que participó del llamado.
MSA, radicada en el distrito tecnológico de Parque Patricios, fue la proveedora del sistema en 2015, cuando se usó el voto electrónico por primera en la Ciudad y fue hackeado el sistema. También resultó ganadora de las licitaciones en Salta y recientemente en Neuquén.
Por último, se sumó una irregularidad que parece un detalle pero da cuenta del camino que recorrió el gobierno de Rodríguez Larreta para lograr acomodar el sistema a su deseo. Esto tiene que ver con el nombre que puso el Jefe de Gobierno porteño a esta modalidad: Boleta Única Electrónica; dado que la ley vigente en 2015, exigía que si se proponía el Voto Electrónico debía ser revisado por la Legislatura porteña y aprobado con 2/3.
Ante estas irregularidades, la entonces diputada nacional y precandidata a presidenta por el Frente de Izquierda Unidad, Myriam Bregman, presentó un amparo judicial y denunció que "Larreta puso a auditar el voto electrónico a un aportante del PRO", en relación a uno de los encargados de la auditoría del sistema de votación electrónica. Se trata de Jorge Ariel González que encabeza la Gerencia Operativa de Información y Tecnología.
La presentación detalló que el jefe de gobierno porteño "no solo dividió y digitó las elecciones porteñas al servicio de su interna en JxC sino que puso por decreto al presidente (Ezio Emiliozzi) del IGE; además, la persona encargada de la aprobación del sistema electrónico es un aportante del PRO (Jorge Ariel González)".
El amparo pidió "suspender el procedimiento de pruebas y auditorías para la incorporación de tecnologías al proceso electoral establecido por Resolución 18/IGE/23 en virtud de lo dispuesto en el art. 130 del Código Electoral de CABA hasta tanto se garantice la imparcialidad del Instituto General Electoral de CABA".
Además, el escrito señaló que el auditor González "resulta tener intereses y/o vínculos con el partido de gobierno del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: en el año 2021 realizó aportes a la campaña electoral a la agrupación Juntos por el Cambio del distrito de la Ciudad de Buenos Aires tal como consta en la página web de consulta pública de aportes de la Cámara Nacional Electoral".
En ese sentido, se advirtió que "queda claro que el proceso de selección de tecnologías para la emisión del voto se encuentra viciado, no se encuentra garantizada la imparcialidad, objetividad, igualdad y equidad de todas las agrupaciones políticas, lo cual afecta también al conjunto de los electores y electoras".
Finalmente, Emiliozzi renunció a su cargo aduciendo problemas de salud, en medio de las internas que generó en Juntos por el Cambio la decisión de llevar adelantes elecciones concurrentes en el distrito.
Sin embargo, la medida judicial presentada por Bregman no prosperó y se terminaron las reuniones para auditar las máquinas de votación. En dicho momento, Nueva Ciudad accedió a información exclusiva sobre la auditoría y dio a conocer una nueva irregularidad: la empresa no hizo público el código fuente de las máquinas de votación para ser auditadas.
Auditorías
En medio de este escenario, Larreta continúo con la implementación de la BUE y llamó a auditorías que fracasaron estrepitosamente. Los delegados partidarios que presenciaron una prueba del software expresaron su preocupación y presentaron al menos 15 objeciones sobre el diseño propuesto por el IGE porteño de la pantalla con la oferta de candidatos y candidatas.
Las fuentes partidarias aseguraron, tras la “Audiencia de Pantalla” realizada en junio de 2023, que es preocupante el tiempo que demandará la votación, por lo que algunos dirigentes, incluidos los del oficialismo de Juntos por el Cambio, manifestaron propuestas a las autoridades del Instituto de Gestión Electoral.
Una de estas propuestas fue la facilitación de máquinas de simulación del voto electrónico previamente a los plazos establecidos para que las y los vecinos puedan realizar pruebas y tener conocimiento del sistema que solamente se utilizó en la Ciudad de Buenos Aires en 2015. Otra propuesta fue una capacitación previa a las autoridades de mesa para realizar una votación "simultánea".
Además de propuestas, hubo más de 15 observaciones efectuadas. Lisandro Teszkiewicz, apoderado del PJ porteño, detalló en ese momento que desde el partido dejaron consignadas objeciones vinculadas a que solo figuraban las categorías de Jefe de Gobierno y Diputado en la Legislatura porteña y no como Jefe y Jefa de Gobierno y Diputado y Diputada, como lo establece nuestro Código Electoral.
Mientras que desde el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT-Unidad), expresaron cuestionamientos a los logos del partido ya que no eran los correctos, así como también pidieron cambios a las fotografías de algunos postulantes.
Hasta el actual jefe de gobierno porteño, que se presentaba como candidato, se mostró en desacuerdo con las similitudes que notaron entre los colores, lo cual "puede prestarse a confusiones".
En ese sentido, Teszkiewicz evaluó que "luego de esta jornada, quedó confirmado la improvisación general que viene teniendo la organización del Poder Ejecutivo de esta elección, algo que ya viene desde la misma convocatoria del Jefe de Gobierno cuando resolvió la modalidad concurrente".
Una elección destinada al fracaso
Dos días antes de realizarse las PASO, la Justicia advirtió al Gobierno porteño de los errores en el Voto Electrónico y lo conminó a repararlos dada la proximidad de las elecciones de este domingo.
La jueza electoral María Romilda Servini detectó que los DVDs que se iban a utilizar en cinco escuelas porteñas para configurar 48 máquinas de Voto Electrónico tenían una falla grosera: estaban configurados con candidatos de una Comuna distinta a donde iban a ser utilizados. La jueza advirtió de esta nueva irregularidad al Instituto de Gestión Electoral (IGE), que convocó a los partidos a una reunión para corregir los desperfectos. Sin embargo, luego demoró el encuentro porque, alegaron, estaban haciendo pruebas en el sistema.
El mismo día de las elecciones, el 13 de agosto de 2023, la propia Servini alertó sobre el mal funcionamiento del voto electrónico, ya que consideró que existieron “diversas dificultades en la instalación, prueba y puesta en funcionamiento”. Al mismo tiempo, dijo que en algunos locales “las máquinas nunca llegaron o están ubicadas de manera incorrecta”, en tanto aseguró que “se auditó muy por arriba” debido a que “hay muchas máquinas que no se pudieron probar”.
“Resulta preocupante el gado de improvisación con el que se han manejado tanto la empresa contratada para la provisión e instalación de las máquinas de votación, como el propio Instituto de Gestión Electoral de la Ciudad de Buenos Aires evidenciando una impericia nunca antes vista en la organización y ejecución de un proceso electoral”, desarrolló la jueza federal.
“Debo señalar que no puedo hacerme responsable por las situaciones descriptas, ni por sus posibles consecuencias al no haber sido generadas por el accionar de este tribunal”, concluyó.
Al momento de votar, fueron varios los candidatos que mostraron su frustración y críticas al sistema electrónico. Santoro indicó que “la gente sabe que esto responde a que se pensó más en intereses partidarios que en los intereses de la gente” y Cele Fierro advirtió: “Lamentablemente, tengo que decir que hubo muchos problemas con más de doscientas máquinas de voto electrónico. Francamente, no nos sorprende. Lo denunciamos desde el principio, por improvisado, por poco transparente, por ser todo un cachivache. Ahora, que en el poder político y judicial nadie se rasgue las vestiduras. Son todos responsables”.
La que más sufrió el cambio electoral fue Bullrich que protagonizó un papelón al momento de votar. La entonces precandidata a presidenta de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, tardó más de 12 minutos y varios intentos en votar y fue testigo privilegiada de las complicaciones en el funcionamiento del voto electrónico que se lleva adelante en el distrito.
“El sistema de votación en la Ciudad de Buenos Aires es un desastre”, afirmó en conferencia de prensa. Según comentó no pudo votar en el primer intento y debió hacerlo "siete veces" gracias a que los colaboradores le acercaron "una nueva máquina”.
“La elección presidencial fue normal, pero en la electrónica me tuvieron que ayudar a votar, vieron mi voto porque no hay manera que colaboren sin hacerlo. Incluso elegía una lista y el sistema me señalaba otra”, denunció Bullrich, en un claro mensaje a Rodríguez Larreta. “Los sistemas electorales hay que trabajarlos durante un tiempo largo para ver si funcionan”, remarcó.
Fueron tan contundentes las demoras en la votación que la jueza federal electoral, María Servini, autorizó a extender la votación hasta las 19.30, es decir una hora y media más sobre el horario establecido en el plano nacional.
Las críticas y el fin del sistema electrónico
La jornada electoral del 13 de agosto de 2023 estuvo protagonizada por máquinas que no funcionaban, boletas electrónicas que no se imprimían u ofrecían listas distintas a las que el elector había elegido y fuertes demoras. En ese escenario, las críticas fueron feroces.
Además de las críticas antes mencionadas de la jueza Servini, se sumó Beatriz Busaniche, titular de la Fundación Vía Libre, ong enfocada en políticas públicas de software, derechos civiles y políticos en entornos mediados por tecnologías digitales: “Cuando nosotros, desde Vía Libre presentamos la medida cautelar pidiendo que no se aplique el voto electrónico, nuestra demanda fue procesada por la Justicia de la Ciudad y llegamos hasta el Tribunal Superior de Justicia porteño, con resultado negativo. Servini de Cubría está a cargo del operativo electoral, pero las disposiciones en relación con las elecciones en el distrito CABA las tiene la Justicia de la Ciudad, que rechazó nuestro recurso”.
En tanto, Andrés Snitfkosky, diseñador de interfaces e investigador del sistema de voto electrónico, explicó que “el primer problema ya se conocía, y responde a una cuenta matemática previa: si calculás cuánto se tarda en votar, cuántos electores hay por mesa, y cuánto se tarda con el sistema de doble voto, en la más optimista de las proyecciones ya no alcanzaba el día. Si a eso le agregás que muchas autoridades faltaron, no estaban preparadas, etcétera, es aritmética pura. Debieron haber previsto eso y lo calcularon mal. Servini podría, sí, lograr que mejoren las cosas para octubre: para evitar que esto se repita deberían desdoblarse las elecciones y asumirse el costo político de esa decisión”.
Lo más insólito, cn las noticias del día de hoy, es que Jorge Macri fue durisimo con sus criticas al sistema elegido por Larreta y que mantendrá para las elecciones del próximo año.
"Está claro que el voto electrónico no funcionó y lo había marcado en su momento. Este sistema me parece bárbaro, pero no para que se haga al mismo tiempo con una votación nacional. Hubo colas, se tuvo que esperar y por eso muchos vecinos no fueron a votar", disparó.
Finalmente cinco días después de las PASO, la jueza electoral dejó sin efecto el convenio entre el Instituto Electoral de CABA y la justicia electoral que ella maneja. "Volver a someter a la ciudadanía a las mismas condiciones que padecieron para sufragar el 13 de agosto constituiría una burla", sentenció la jueza, tras advertir las ciento de denuncias que llegaron en relación al voto electrónico utilizado en las PASO.
Jorge Macri y la Boleta Única Electrónica
La decisión del actual jefe de gobierno porteño de desdoblar las elecciones implica que las y los porteños voten por primera vez (si se mantienen las PASO), el 6 de julio. Hay tan solo siete meses para que el Gobierno de la Ciudad realice la licitación y auditorías correspondientes al sistema BUE.
Recordando el proceso irregular y veloz de Larreta, cabe custionar si Jorge Macri podrá gestionar mejor la implementación de un sistema de votación que hasta ahora solo trajo dolores de cabeza a las y los porteños.
- SECCIÓN
- Política
COMENTARIOS